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Tigre

Tigre. Encuentra docenas de tigre con fotos para copiar y compartir.


Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse.


José Ortega Y Gasset


En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él.


John F. Kennedy




Nunca olvidéis, discípulos, que un gobierno opresor es más cruel que un tigre.


Confucio


Si no entras en la madriguera del tigre, no puedes coger sus cachorros.


Proverbio Japonés


El amor y la poesía me embriagan, inocentemente, como al tigre la sangre.


Fernando Arrabal


Entrar en el terreno de los hechos es entrar en el mundo de los límites. Las cosas pueden emanciparse de ciertas leyes accidentales o pegadizas, pero no pueden escapar a las leyes de su naturaleza. Se puede libertar a un tigre de su jaula, pero no de su piel manchada.


Gilbert Keith Chesterton




Cuando un hombre mata a un tigre lo llama deporte: cuando un tigre mata a un hombre es ferocidad.


George Bernard Shaw


Una serpiente es más humana que un fascista o un racista; un tigre es más humano que un fascista o un racista.


Hugo Chávez


Estoy libre y no me sirve, para que quiere la libertad en la luna un tigre.


Ricardo Arjona




Nunca mates una mosca sobre la cabeza de un tigre.


Proverbio Chino


Pregúntenme lo quiera que hoy estoy cargado de tigre


Alvaro Uribe


Phil, no entres al baño, hay un tigre


Zach Galifianakis


Ayer hecha un pingajo me dijo en el tigre de un bar


Joaquín Sabina




Cuando a un tigre lo acorralas, no se rinde, pelea. Y eso es lo que están haciendo: tratando de acorralar a un tigre.


Subcomandante Marcos


Acuérdate que debes ser como el tigre del Himalaya: escucha la voz de la intuición y del instinto. Confía en las virtudes de tu corazón.


Isabel Allende


Prefiero vivir un día como un tigre que cien años como un cordero.


Iñaki Ochoa de Olza


En el mundo moderno se considera más grave matar a un tigre que a tus padres. Los tigres tienen abogados.


Michael Crichton


Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.


Federico García Lorca


Estuario

Opresora. Todo lo aprisionas
con tu lengua y pasos de giganta,
¡oh! desconocida ¡oh! luminosa
hija de Arpios hecha de jade y miel.
Cárcel doy a tu pálida
presencia, gacela ojos de tigre,
cárcel me doy de amor,
mordedura, paciente fuego, ala
y marea, faro en la mar abierta.
Desciendes y derribas
la muralla del ansia. Das tregua
a la cosecha secreta del alba,
cuando los ojos cierra el puerto
al verano y la espuma.
Todo aprisionas con fría garra
deleitosa y madura,
opresora, dientes y lengua de giganta,
dormido espectro, oleaje
de apasionada mansedumbre
muerto de miedo y libertad.


Efraín Huerta


Galope Súbito

A veces cruza mi pecho dormido
una alada magnolia gimiendo,
con su aroma lascivo, una campana
tocando a fuego, a besos,
una soga llanera
que enlaza una cintura,
una roja invasión de hormigas blancas,
una venada oteando el paraíso
jadeante, alzado el cuello
hacia el éxtasis,
una falda de cámbulos,
un barco que da tumbos
por ebrio mar de noche y de cabellos
un suspiro, un pañuelo que delira
bordado con diez letras
y el laurel de la sangre,
un desbocado vendaval, un cielo
que ruge como un tigre,
el puñal de la estrella fugaz
que solo dos desde un balcón han visto,
un sorbo delirante de vino besador,
una piedra de otro planeta silbando
como la leña verde cuando arde,
un penetrante río que busca locamente
su desenlace o desembocadura
donde nada la Bella Nadadora,
un raudal de manzana y roja miel,
el arañazo de la ortiga más dulce,
la sombra azul que baila en el mar de Ceilán,
tejiendo su delirio,
un clarín victorioso levantado hacia el alba,
la doble alondra del color del maíz
volando sobre un celeste infierno
y veo, dormido, un precipicio súbito
y volar o morir...

A veces cruza mi pecho dormido
una persona o viento,
un enjambre o relámpago,
un súbito galope:
es el amor que pasa en la grupa de un potro
y se hunde en el tiempo hacia el mar y la muerte.


Eduardo Carranza


Quien monta un tigre corre el riesgo de no poderse bajar nunca.


Proverbio Japonés


No hay completa belleza. El tigre es hermoso, pero su orín es pestilente.


Ernesto Esteban Echenique


Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.


George Bernard Shaw


La Oscuridad Del Siglo

Hubiera sido un samurai,
un ser parco con precisión de tigre.
O en un mercado aquella prostituta
de los dientes enormes y picados.
Morir en un crepúsculo sangriento
o entregar por monedas mi calor.
Escribí sin embargo estas palabras
desde un siglo sin brillo, oscuro, triste,
como una, mujer fea que abandona
intacta, sin gozarla, el enemigo.

Al hombre oscuro y vil que renuncié
lo hubiérais alejado de los niños,
mas confiáis en mi apariencia bondadosa
y no delataré mi enfermedad.
Nada sabréis de sus secuelas, nada
del hombre que acompaña vuestros días.

De "Los ojos del extraño" 1990


Vicente Gallego


La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.


José Martí


Amor de Mis Entrañas

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.


Federico García Lorca




El soltero es el tigre que escribe ochos en el piso de la soledad. No retrocede ni avanza.


Ramon Lopez Velarde


La Musa

Yo la quiero cambiante, misteriosa y compleja;
con dos ojos de abismo que se vuelvan fanales;
en su boca, una fruta perfumada y bermeja
que destile más miel que los rubios panales.

A veces nos asalte un aguijón de abeja:
úna raptos feroces a gestos imperiales
y sorprenda en tu risa el dolor de una queja;
¡En sus manos asombren caricias y puñales!

Y que vibre, y desmaye, y llore, y ruja, y cante,
y sea águila, tigre, paloma en un instante,
que el Universo quepa en sus ansias divinas.

Tenga una voz que hiele, que suspenda, que inflame,
y una frente que, erguida, su corona reclame
¡de rosas, de diamantes, de estrellas o de espinas!


Delmira Agustini


Narciso

Narciso no era bello ni hermoso.
Lo embriagó su propia pequeñez,
su rostro en el otro rostro.
No halló la paradoja,
la secreta lámpara,
los jaspes,
el centro de luz entre sus cejas.

No tuvo por dentro un auriga,
ni la espada para vencer al tigre,
ni bebió de la tórrida, altiva respiración de los dragones.

Lo hallé muerto,
como las flores remotas que desconocen su origen
y su aroma

El eco no lo pudo salvar
de la muerte
de la embriaguez,
de su oscura bastardía.

De "El claustro elegido"


Mía Gallegos


Al Despertar

Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.


Fina García Marruz


Gato Ecuestre

¿Cuál de los dos, mi tigre, a quién celebran
las aristas de polvo, las lanzas habitadas
que destellan ventanas insurgentes
en la noche solemne de la proclamación?

¿A quién miran los ojos en la hierba peinada?
¿Para quién la sonrisa aduladora
en las sombras secretas del square
o la memoria hambrienta de los niños?

¿Cuál de los dos exhibe, cuál somete?
¿O acaso lo admirable es ser el bicho
extraordinario que muestra a quien lo doma
y esclaviza la zarpa civil que lo sujeta?

Pues por si acaso fuera en tu homenaje
baila.

Yérguete sobre los cuartos poderosos
la dorada testera propón a las estrellas,
enarca la ancha mano
y queda inmóvil.


Carlos Barral


Cleopatra

La vi tendida de espaldas
entre púrpura revuelta.
Estaba toda desnuda,
aspirando humo de esencias
en largo tubo, escarchado
de diamantes y de perlas.

Sobre la siniestra mano
apoyada la cabeza;
y como un ojo de tigre,
un ópalo daba en ella
vislumbres de fuego y sangre
el oro de su ancha trenza.

Tenía un pie sobre el otro
y los dos como azucenas;
y cerca de los tobillos
argollas de finas piedras,
y en el vientre un denso triángulo
de rizada y rubia seda.

En un brazo se torcía
como cinta de centellas,
un áspid de filigrana
salpicado de turquesas,
con dos carbunclos por ojos
y un dardo de oro en la lengua.

A menudo suspiraba;
y sus altos pechos eran
cual blanca leche, cuajada
dentro de dos copas griegas,
y en alabastro vertida,
sólida ya, pero aún trémula.

¡Oh! Yo hubiera dado entonces
todos mis lauros de Atenas,
por entrar en esa alcoba
coronado de violetas,
dejando ante los eunucos
mis coturnos a la puerta.


Salvador Díaz Mirón


Niño Hermoso

Niño hermoso, qué tienes en las manos. Que rico
presente, voz silbante
de junco, das.

Mi puma más inocente, arroyo
de arrogancia, divino bien.

A qué callar. Te amo.
Dispones de la llave
del corazón. En esta tarde roja que hierve
cuando miras. Si muerdes la gran manzana en flor
que va cantando bajo tu bozo. Mientras músicas
arden en cada sílaba precoz. Como gacelas
nerviosas, ya atraídas al bosque de tu labio
virginal.

Niño hermoso que fuiste, excelso pájaro,
un trino en el jardín. Ramo de mirto. Brazo
de luna entre lo oscuro.

Quién, mirado, enamora
como tú. Qué así vive sobre el alma, conforma
esferas de ilusión, deja su nombre en sábanas
de hierba, pulsa la miel.

Oh, hijo mío, regato
de mis fuentes. Seguro yo. Gran copia. Caricia
de mi espejo.

Te amo, oh, sí, te amo. No llegue
rubor a mis mejillas al confesar que tuve
tu cáliz, tu amapola
finísima. El murmullo de tu lengua de mar
entre la playa. El mismo yo naciendo. La gloria
difícil de tus años, tu carne atroz.

Bien mío,
recuerdo sólo, hoy humo flotando en la ciudad.
Qué trajo aquí tu estatua de doncel.

Oh, criatura
color de pan. Milagro de piel espesa y grata.
Caballo torpe. Mozo
mollar. Tigre feliz. Arte menor. Hermoso
joven. Luz en la niebla
de la memoria.

Y beso, vez repetida, aquella
superficie. El vaso de licor. -Ah memento,
así arañado-. Rama
que fui. Narciso mío, reflejado en el lago
de la niñez y el Sur. Libro mortal de ejemplos.


Ángel García López


Diosa

Dormida sobre el tigre,
su leve trenza yace.
Mirad su bulto. Alienta
sobre la piel hermosa,
tranquila, soberana.
¿Quién puede osar, quién sólo
sus labios hoy pondría
sobre la luz dichosa
que, humana apenas, sueña?
Miradla allí. ¡Cuán sola!
¡Cuán intacta! ¿Tangible?
Casi divina, leve
el seno se alza, cesa,
se yergue, abate; gime
como el amor. Y un tigre
soberbio la sostiene
como la mar hircana,
donde flotase extensa,
feliz, nunca ofrecida.
¡Ah, mortales! No, nunca;
desnuda, nunca vuestra.
Sobre la piel hoy ígnea
miradla, exenta: es diosa.


Vicente Aleixandre


Los 4 animales que hacen Feliz a una mujer:
Un jaguar en la Puerta,
Una gata en la cosina,
Un tigre en la cama,
Y un Guey que la mantenga!!


Flavio


Es mejor vivir un año como tigre, que cien como cordero.


Madonna


Se diría que el indio gozaba con esta vida de inquietud y peligro, que su naturaleza fuerte y bravía necesitaba de estas persecuciones violentas, en las que, mientras sus perseguidores desplegaban toda la habilidad de un cazador apasionado, él desplegaba toda la ferocidad del tigre y toda la astucia del zorro.


Enrique López Albújar


Llámenlo el efecto Mamá Tigre: En el mundo de los negocios hoy en día, el fracaso no es al parecer una opción.


Naveen Jain


Cuando yo no soy la mamá del tigre, soy un profesor de la Facultad de Derecho de Yale, y si una cosa está clara para mí de los años de la enseñanza, es que hay muchas maneras de producir fabulosas niños. Tengo estudiantes increíbles, algunos de ellos tienen padres estrictos, otros tienen padres indulgentes, y muchos vienen de situaciones familiares que desafían la descripción fácil.


Amy Chua


Yo soy diferente. Tengo una constitución diferente, tengo un cerebro diferente, tengo un corazón diferente. Tengo sangre del tigre, hombre. Morir es para los tontos, morir es para aficionados.


Charlie Sheen