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Tormenta leopoldo lugones ( 3 )

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El elector que perdona a un político condena a millones de semejantes.


Luis Lugones


Los hombres carismáticos pueden modificar con su peso la exacta geometría de las instituciones democráticas, como las grandes masas deforman la geometría del espacio en las ecuaciones de Einstein.


Leopoldo Calvo-Sotelo




No es verdad que el político cesante se quede enfermo de melancolía y quiera volver al paraíso perdido. La púrpura del poder es pesada y deja más alivio que nostalgia cuando se pierde.


Leopoldo Calvo-Sotelo


Solo la virtud tiene argumentos poderosos contra el pesimismo.


Leopoldo Alas


Cabe todo mal en el esppíritu humano, que cabe esta contradicción: la envidia y el desprecio.


Leopoldo Alas


Su ejemplaridad fue máxima cuando creyó que resistir en la Moncloa era un mal servicio a España. Su decisión no fue hija de la desgana de poder, porque en pocas personas se habrá dado tanta y tan noble ambición de Gobierno como en Adolfo Suárez.


Leopoldo Calvo-Sotelo




Creo que mi Gobierno cumplió el objetivo de hacer justicia civil y de devolver a los españoles la fe quebrantada en la monarquía parlamentaria.


Leopoldo Calvo-Sotelo


Yo era entonces un idealista de cátedra....


Leopoldo Alas


El eclecticismo de Balmes es originariamente infecundo, ya que sueña con alianzas imposibles entre sus creencias y las corrientes del siglo.


Leopoldo Alas «Clarín»




El problema del terrorismo no es sólo, como se dice a menudo, un problema de Estado, sino que es el gran problema que pone en riesgo la propia realidad del Estado.


Leopoldo Calvo Sotelo


Y mañana, cuando tu primavera se derrumbe como la arquitectura de una flor, cuando te huyan todas las miradas y se te nieguen todas las sonrisas; cuando las noches alegres te vuelvan sus espaldas, y a puntapiés la música te arroje de su loco reinado; entonces volverás al suburbio, y será en una tarde con olor de aguas muertas, y el eco de tus pasos en la calle despertará recuerdos y exaltará fantasmas. Y cuando al fin descienda la lluvia de tus ojos una voz de muchacha cantará en algún patio:
Cascabel, cascabelito,
ríe, ríe y no llores


Leopoldo Marechal


Desamor

Las razones
que tuve para amarte
se borraron anoche
en la tormenta

Quedé limpia

Tu olor a huésped
voluptuoso en mis entrañas
se enredó con la lluvia
y se marchó

De "Pulso interno"


María Clara González


Sábana de Arriba

Me instalé cuidadosamente doblado
entre la ropa blanca del closet
Sacaste las sábanas de tu cama
y me pusiste de sábana de arriba

Te deslizaste debajo de las tapas
y te cubrí centímetro a centímetro

Entonces fuimos barridos por el huracán
y caímos jadeando en el ojo de la tormenta

Ahora yaces bañada en transpiración
con la vista perdida en el cielo raso

y la sábana de arriba aún enredada entre las piernas.


Oscar Hahn




Autorretrato

Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia.
Mis pensamientos son montes,
mares, selvas,
bloques de sal cegadora,
flores lentas.
El sol realiza mis sueños,
me los crea
y el viento pintor, errante,
-luz, tormenta-
pule y barniza mis óleos,
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los avientan.

Podéis tocar con las manos
mi conciencia.
Gozar podéis con los ojos
-negro y sepia-
los colores y las tintas
de mis penas.
Y eso que os roza el labio,
bruma o seda,
es mi amor -flores o pájaros
que revuelan-
mis amores, criaturas
libres, sueltas.

Todo lo que fuera duerme,
queda o pasa,
todo lo que huele o sabe,
toca o canta,
conmigo dentro se ha hecho
viva entraña,
víscera oscura y distinta,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Todo está aquí, aquí dormido.
Dibujada
llevo en mi sangre y mi cuerpo
cuerpo y sangre de mi patria.
Luces y luces de cielo,
cosas santas.
Todo lo que está aquí dentro
fuera estaba.
Todo lo que estaba ahí fuera
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
auscultadme, soy su cárcel
sin ventanas.

Escuchadme, dentro, fuera,
donde os plazca.
Mis más íntimos secretos
por el aire los pregonan
y los cantan.


Gerardo Diego


Tú, Esperando Mi Sombra

Ahora que oyes tu sangre
me has oído.
Ahora que te has quedado dueño del universo,
la más desamparada criatura del tiempo.

Ahora que te has quedado
solo y solo.
En este instante puro para mirar la muerte
puede mi sombra amiga reconquistar tu frente.

¿Has buscado en el agua
mi sonrisa?
¿Te has inclinado a veces para tocar la tierra
donde el musgo defiende las flores más pequeñas?

¿Has mirado la nube
sin descanso ?
¿Has tomado del viento las semillas secretas?
¿Has tocado las locas manos de la tormenta?

¿No me has reconocido?
Óyeme ahora:
mira en tu soledad una abeja dormida,
que elabora en el sueño su miel sin alegría.


Sara de Ibáñez


Ola

Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.

Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.


Alí Chumacero


Lo que determina el ambiente de un país siempre es por fuerza la política, no la ciencia ni las artes. La política es un proceso continuo, que pende constantemente sobre nuestra cabeza como el horizonte; está ahí, queramos verlo o no, igual que está ahí el clima, aunque no haga frío ni amenace tormenta.


Arthur Schnitzler


Mi Corazón No Puede Con La Carga

Mi corazón no puede con la carga
de su amorosa y lóbrega tormenta
y hasta mi lengua eleva la sangrienta
especie clamorosa que lo embarga.

Ya es corazón mi lengua lenta y larga,
mi corazón ya es lengua larga y lenta...
¿Quieres contar sus penas? Anda y cuenta
los dulces granos de la arena amarga.

Mi corazón no puede más de triste:
con el flotante espectro de un ahogado
vuela en la sangre y se hunde sin apoyo.

Y ayer, dentro del tuyo, me escribiste
que de nostalgia tienes inclinado
medio cuerpo hacia mí, medio hacia el hoyo.


Miguel Hernández


Pequeña patria, dulce tormenta mía, canto ubicado en mi garganta desde los siglos del maíz rebelde: tengo mil años de llevar tu nombre como un pequeño corazón futuro cuyas alas comienzan a abrirse a la mañana.


Otto René Castillo


Recuerdo de Una Tarde de Verano

Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje
rozado por la yema de los dedos,
son el mejor recuerdo de unos días
conocidos sin prisa, sin hacerse notar,
igual que amigos tímidos.

Fue la tarde anterior a la tormenta,
con truenos en el cielo.
Tú apareciste en el jardín, secreta,
vestida de otro tiempo,
con una extravagante manera de quererme,
jugando a ser el viento de un armario,
la luz en seda negra
y medias de cristal,
tan abrazadas
a tus muslos con fuerza,
con esa oscura fuerza que tuvieron
sus dueños en la vida.

Bajo el color confuso de las flores salvajes,
inesperadamente me ofrecías
tu memoria de labios entreabiertos,
unas ropas difíciles, y el rayo
apenas vislumbrado de la carne,
como fuego lunático,
como llama de almendro donde puse
la mano sin dudarlo.
Por el jardín, el ruido de los últimos pájaros,
de las primeras gotas en los árboles.

Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje, de vello traspasado,
su resistencia elástica
vencida con el paso de los años,
vuelven a ser verdad, oleaje en el tacto,
arena humedecida entre las manos,
cuando otra vez, aquí, de pensamiento,
me abandono en la dura solución de tus ingles
y dejo de escribir
para llamarte.


Luis García Montero


Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina.


Otto René Castillo


Encontramos la felicidad luchando en el medio de una rabiosa tormenta, no tocando el laúd a la luz de la luna, o recitando poesías en medio de la flores.


Ding Ling


Sobre este muro frío me han dejado con la sombra ceñida a la garganta, donde oprime sus brotes de tormenta un canto vivo hasta quebrarse en ascuas.


Sara De Ibáñez


El clima es mío, somos uno, las noches de tormenta... nuestro amor es grande...


Jens August Schade


Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.


Robert Ingersoll


Una tormenta de arena pasa; las estrellas permanecen.


Proverbio Africano




Marina Impasible

Por primera vez, o por última,
soy libre...

Arbustos con espuelas
de marfil. Rocas oxidadas.
El otoño pliega sus tonos
frente al crujido de las olas.
Por primera vez, o por última.

Las gaviotas tocan sus oboes
de tormenta. Unos dedos verdes
hunden la luna en luz marina,
la tienden al pie del silencio.
Se ha desnudado una mujer
y muestra sus luces mellizas;
al huir, dispersa su paso
luminosa arena de estrellas.
Por primera vez, o por última.

Tijeras de oro en el poniente.
Se enciende un violín ruiseñor
en el esqueleto del mar.
Garras de nubes estrangulan
el azul, y lo hacen gemir.

Ojos fijos en su tesoro,
presente inmóvil -sin recuerdos,
sin propósitos-, soy ahora.
todo está sometido a un orden
que yo no entiendo. Pero embarco
en la nave, y el marinero
me dirá su cantar, más tarde,
desde el éxtasis...

Por primera,
o por única vez, soy libre.


José Hierro


Soneto Insistente

Cuando presiente el corazón la gloria
de ser libre por gracia del olvido,
me llegue entre la noche, como el ruido
del mar en la distancia, tu memoria.

Con ella viene la tenaz historia
de lo que pudo ser y nunca ha sido.
Arduo amor ni ganado ni perdido,
batalla sin derrota y sin victoria.

Cada vez que en mi mano reverdece
la rama del olvido y aparece
después de la tormenta la alegría,

algo tuyo regresa de la nada
y de nuevo destruye la dorada
esperanza fugaz de un claro día.


Meira Delmar


Conjuro

Los guerreros más augustos ya son sombras
bajo la sombra del viejo encinar.
Cárdena crepita la noche.
Latigazos, ladridos, remotos rayos.
Chirrían las cornejas en el pozo ciego.
Guiarán al manso corcel de hielo.
La tormenta. El sol verde de aguas negras.
No me conozco. Es un lago el pecho muerto.
Bajel de oro, cadalso prieto del día.
Mi cuerpo, como la cuerda de un arco.
Ya labora el invierno, cuando rasga
las cortinas, teatro del mar.
Se enmascara tras las nieblas densas.
Arquero negro, detén tu paso.
Petrifícase el arquero de azabache.
La saeta conoce el derrotero.
Palmo a palmo mensuramos la fosa.
Fango y hojas nos daban la yacija.
Arde y arde el guante de oro del barquero.
La laguna, de nieve y azafrán.
No pensabas que fuera así de blanca.
Ahora vienen las huestes. Cielo allá,
las huestes vienen. Verdor de la encina
en los ojos vacíos, de cal llenos.


Pere Gimferrer


Salmo de Las Maderas

Hay maderas oscuras y profundas
como tus ojos y tus cabellos.
Porque tus ojos y tus cabellos son
como maderas profundas y charoladas.

Hay maderas suaves y livianas
como tu piel y tu alegría.
Porque tu piel y tu alegría son
como maderas suaves y livianas.

Hay maderas recias y macizas
como tus piernas y tus espaldas.
Porque tus piernas y tus espaldas son
como maderas recias y macizas.

Hay maderas húmedas y rojas
como la piel de tus labios y de tu lengua.
Porque la piel de tus labios y de tu lengua es
como una madera roja y empapada de savia.

Hay maderas olorosas y vivas
como el olor de tu cuerpo.
Porque el olor de tu cuerpo es
como el olor de las maderas
cortadas en los tiempos de lluvias.

Hay maderas que al ser trabajadas
dan notas musicales y perfectas.
Tu amor es una nota musical y perfecta
como el sonido que dan ciertas maderas
cuando son trabajadas.

Hay maderas que se quejan en las noches de lluvia
y en las tardes de tormenta.
Porque eres triste, y esto te embellece y purifica,
te pareces a esas maderas que se quejan
en las noches de lluvia y en las tardes de tormenta.

Hay maderas que tienen un sabor y perfume
tan propios que, cuando se las huele o se las besa,
ya no son olvidadas nunca más en la vida.
Porque eres fatalmente inolvidable,
te pareces a esas maderas que se recuerdan
hasta la muerte cuando se las huele o se las besa.


Jorge Debravo


Árbol de Sangre

Esta herida me duele con dolor deleitoso.
Abierta como un surco, en su fondo germina
semilla amarga y dulce que ha de erguirse, callada,
en el tronco de fuerza y en la rama florida.

Árbol gigante y bello que juega con las nubes:
su cabellera densa, peinada por la brisa,
esconderá el arrullo de la paloma viuda
y el primor delicado de la frágil orquídea.

Llegarán en bandadas mariposas de junio,
han de libar sus mieles abejas bailarinas
y en la quietud nocturna, luciérnagas fugaces
mecerán en las hojas sus tenues candelitas.

Será la casa oculta del animal huraño,
ha de lamer la bestia su raíz retorcida
y quebrando jornadas el viajero del mundo
apoyará en su tronco la carga de fatiga.

Rumoroso de trinos y adornado de gajos,
meciendo bajo el sol frescura de caricia,
con sus ventanas verdes por donde el cielo pasa
y en la corteza dura cicatrices perdidas;

recogerá los ecos de músicas errantes,
vibrando como un arpa que se toca a sordina;
y cuando suene el grito de la tormenta loca
abrigará los miedos que en soledad palpitan.

Su savia de dolor, potente y victoriosa,
multiplicada en cantos, trocada en gallardía,
empinada al azul y en el lodo sembrada,
ha de ofrendarse a todos en dádiva sencilla.

Y tal vez una tarde, cuando estés viejo y solo,
y en el recuerdo se abran puertas de lejanía,
te ha de llegar un soplo de fragancia olvidada...
¡Sangre transfigurada en florescencia viva!


Claudia Lars


-Baila conmigo.
+Pero si tú no sabes bailar, eres lo más parecido a un pato. Es más, no siquiera te gusta.
-A veces, pequeña, hay que hacer cosas que no se te pasarían por la cabeza si estuvieras un poco cuerdo solo por la persona que ás te importa aquí y ahora.
+Sé que escalaría la más alta montaña si un día te diera por el alpinismo; que te haría los coros si se diese el curioso caso de que nadie soportara tu voz; que daría la vuelta al mundo en globo, a pesar de mi miedo a las alturas, si quieres pasar una temporada en el cielo; que saltaría sobre nubes de tormenta si tu quisieras tener una aventura a gran altura y con peligro de muerte; que fingiría ser una persona muy importante para colarte en una cola kilométrica. Pero nunca hubiera creído que tú me devolverías algo.
-Vale, a ver si me acuerdo de todo. No me dará por el alpinismo, no me va el aire fresco y limpio sin nada de contaminación, no tiene ningún riesgo. De momento, la gente soporta bien mi voz, pero seguramente quieran escuchar la tuya también. Lo del globo es una gran idea, tenemos que probarlo. Es teóricamente imposible saltar sobre cualquier tipo de nube. Aunque, pensándolo bien, todo lo teóricamente imposible nos ocurre a nosotros. No necesitas fingir ser una persona importante, ya lo eres. Al menos para mí. Y, tienes razón. Hace dos días, estaría sentado en el sofá con unas palomitas rancias esperando a que me montases el numerito por la compra de unas manzanas demasiado maduras. ¿Sabes lo mejor de esos momentos? Me hablabas. Me dirigías la palabra. Era lo más vivible de todo el día aunque estuviésemos discutiendo como unos locos. Entonces, entendí que no podía seguir pasando por encima de ti cada vez que quería algo. No. Tú te merecías algo mucho, mucho mejor. Recordé aquella vez en la que me habías pedido que bailara contigo. Estábamos solos en casa, como ahora. No tenía por qué avergonzarme, solo me ibas a ver tú. Te dije que no. Vi tu cara, intentando parecer despreocupada. Aún así, tus ojos estaban tristes, como muchas otras veces en las que te había decepcionado.Siento haberlo hecho. Ahora estoy aquí, solo para ti. Bailemos. Hoy, mañana, pasado y hasta que el mundo se acabe.


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Jesus les dijo a sus discipulos ¡pasemos al otro lado! y aunque a mitad de camino se levanto una gran tormenta; lograron atravesarla y llegar a su destino, no importa si hoy estas en medio de una tormenta.recuerda que el mismo que te dijo ¡pasemos! es el mismo que te ayudara a cruzarla


guelvis faria


Vive a plenitud.
Vive la vida por completo, cada minuto,
cada momento...
Vive la vida con sus alegrias y tristezas.
Vive cada rayo del sol y cada brillo de las estrellas...

Vive el sonido del mar y trinar de las aves...
Vive el viento y la tormenta...
Vive al máximo tu existencia...
Vive la vida que te haya tocado vivir...


Rodolfo Alfonso


Quisiera....
Quisiera tanto encontrarte, para mí…
Quisiera tanto abrazarte, y sentir que eres feliz,
Quisiera que la tormenta se acabe, y se lleve este dolor,
De no encontrarte y no poder decirte o expresarte todo mi amor,
Igual, quisiera tanto ver que eres feliz, si has encontrado tu camino en otros brazos, igual quiero verte sonreír, no te voy a molestar y a lo mejor ni siquiera me sentirás.
Quisiera que la vida no tenga tantos sufrimientos, pero a veces son lecciones que debemos superar para trazar nuestros caminos.
Quisiera perderme en una isla donde solo tú y yo existamos, así no tendremos que pensar más, que más da; pero tampoco, no mejor no!, porque si no me amas, me moriría de tristeza al parecer una muñeca de trapo solo utilizándome así, sin ganas.
Quisiera superar ya esto, salir a flote y enfrentarme a lo que me tengo que enfrentar, pero en eso ando, entrenando de día y de noche, para no tener que llorar.
Quisiera, que las alegrías vinieran a mí y que esas alegrías las pueda compartir,
Quisiera tanto, tanto, volver a mirarte, mi dulce ilusión que de tanto pensarte, a veces siento que te tengo cerca, pero despierto dándome cuenta que es solo ficción.
Quisiera tanto encontrar a ese alguien que me calme, que me dé alivio, que le devuelva a mi vida todo su sentido, pero es tan difícil a donde ir a buscar.
Quisiera tanto, encontrarte con los brazos abiertos y una sonrisa bellísima para mí, pero bueno así, siempre te veo en mis sueños y en mi sentir.
Quisiera poder enamorarme de alguien que se enamore de mí, pero no se porque no me pasa y siempre tengo que sufrir por algún desamor.


cisne


Mí queridos ojos, hoy están cómo una tormenta en el mar. Esto me está pasando por tú de pedida, por marcharte sin una explicación. Hoy mí corazón está muriendo ahogado en el mar de lágrimas de mis ojos. Vuelve i para esta agonía que mi vida sin ti no es vida, vuelve a mi corazón, i de vuélvele la alegría, que el sin ti, no dura ni un día. tú eres su energía, la que le hace latir. Mi amor mí corazón cuando está a tú lado es feliz. Pero más no te aleje de mí, ya que mi corazón puede morir.


onel hernandez


Alejate de mi y hazlo pronto antes de que te mienta.
Tu cielo se hace gris , yo ya camino bajo la tormenta.
Alejate de mi, escapa ve que ya no debo verte.
Entiende que aunque pida que te vayas, no quiero perderte.


pilar1965


¿Qué fue lo que dejó el fuego cuando se fue?
Este no es el fin, este no es el comienzo, es solo una voz que suena a desastre que estremece cada revisión . Pero si escuchas el tono y el ritmo violento sabrás que aunque las palabras suenan sensatas, algo falta en ellas . Porque vivimos a la merced del dolor y el miedo . Hasta que no lo eliminemos, y lo olvidemos esto hará que todo desaparezca . Espero que se concluya,que se finalice, que se acabe; solo quiero cerrar una etapa más de mi vida, deseo haber tenido la fuerza para enfrentarlo porque esto no lo había planeado, está fuera de mi control .
Vuelo a la velocidad de la luz . Los pensamientos rondan en mi cabeza, hay cosas que nunca dije y es tan difícil dejarte ir .
Sé cuanto tiempo toma para ponerlo en movimiento, sé como se siente mentir . Todo lo que quiero hacer es cambiar mi vida por algo nuevo, aferrarme en el mañana de ayer .
Creí que me sentía bien pero ese bienestar era falso . Estamos atrapados en el ojo de la tormenta . Trato de averiguar que es lo que lo mueve y no sé que clase de cosas he dicho mi boca estaba en movimiento mientras mi mende hiba muriendo
Escojo las piezas, ahora ¿Por dónde empezar?
La parte más difícil de terminar algo es empezar otra vez .


Flavia Caetano


Como podría dejarte?
si tienes en tus manos mi corazón,
dejarte sería como renunciar a la vida
que me da tu amor.

Como podría dejarte?
si a ti te pertenece quien soy,
dejarte sería como renunciar a mi voz,
a todas las formas de expresioón que conosco yo.

Como podría dejarte?
si en tus brazos encuentro la paz del amor,
y alejarme de tí sería entrar en la tormenta,
perder la cordura y la razón.

Asi que porfavor mi amor, siempre recuerda
que no tienes nada que dudar,
que me da miedo extraviar mi voz,
y todas esas formas de expresion.

Que me da miedo perder la vida,
que tengo miedo a perder la cordura,
que tengo miedo a dejar la razón,
y que a una tormenta no sobrevivo sin vos.

Asi que porfavor recuerda siempre, mi amor
que en ti esta todo lo que amo yo,
que en ti encuentro la tranquilidad que del sol
y la belleza de la luna y su pasión.

Recuerda siempre mi niña que vivo por vos,
recuerda siempre mi niña que te dedico cada palabra de mi voz,
que siempre tranquilizas mi alma aunque una tormenta
quiera borrar el cielo azul que me brinda tu amor.

Tu eres la paz que necesito,
tu eres la luz que me guía,
tu eres la razón de esta sonrísa,
tu eres la dueña de mi vida.


Tovléz Neunzehn


Quisiera dejar de escribirte
canciones que vienen directo del corazón
quisiera dejar de cantar,
todo el tiempo, a este sordo amor.

Pero es inevitable, y es poco probable
porque para mí, tu eres el infinito,
eres una sonrisa que se refleja en mi rostro
día con día.

Quisiera dejar de pensarte,
hacerle entender a mi mente
y a mi corazón , que tu ya estas mas que distante

deje de creer que, el amor es para siempre,
he descubierto que solo dura un segundo,
el mas largo de todos.

el reto es, después de la tormenta
superar el amor y sanar el corazón
que ah quedado vacio.

y es así como me pregunto
¿qué puedo hacer para olvidarte?
Es así como mi alma responde,
sigue buscando el amor.

Por eso quiero, dejar de escribirte
canciones que vienen directo del corazón
quisiera dejar de cantar,
todo el tiempo, a este imposible amor.


Enaiiad Lebasí