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Verdaderamente ( 4 )

Verdaderamente. Encuentra docenas de verdaderamente con fotos para copiar y compartir.


Los amigos son los que verdaderamente ven tu error


anyelik


¿Poqué nos dá miedo a enamorarnos? ¿No será que tenemos miedo a sufrir? Ama y serás verdaderamente libre.


Francis Aragón




lo malo no es perdonar,lo verdaderamente dificil es olvidar.


eltiburon


El amor es entrega y sacrificio, quien ama verdaderamente, es capaz de renunciar a si mismo...


ANA MARIA CASTILLO AVELLA


MUCHAS VECES PENSE, QUE EL AMOR ERA ALGO INUTIL Y QUE NO EXISTIA PORQUE SIMPLEMENTE ME DEJABA LLEVAR DE TODO LO MALO QUE ME HABIAN HECHO, PERO AHORA QUE SE LO QUE VERDADERAMENTE ES EL AMOR, QUISIERA SIMPLEMENTE VOLVER A NACER Y QUEDARME POR SIEMPRE COMO NIÑA


LORENA MORENO REYES


Mi padre QEPD, me menciono un dia, que para tener verdaderos amigos, debes comenzar por ser verdaderamente quien eres y mostrar tus verdaderos sentimientos...


Jose Mazariegos




La inteligencia ES algo que verdaderamente t hace un ser ontologico capaz d crear sistemas congnitivos y retroalimentar el saber que adkieres día con dia, asi mismo t brinda la capacidad de indagar respuestas a tus curiosidades!!! solo falta k lo intentes !!!


Maria Beatriz Yam


la única verdad de todo es que todo es mentira,
vvimos en un mundo de mentira y tansolo la gente hasi se conforma, no se da la oportunidad de creas una nueva y primera verdad, ni siquiera les importa saver si la verdad que ellos cren es verdaderamente verdad, solamente son como les dicen que sean(otro yo).
la gente no se da unia oportunidad hasi mismo de cambiar y cambiar al mundo. pero simepre lo quieren hacer viseversa. al mundo es fasil de cambiar, pero tanto, tanto tenemos que cambiar nosotros mismos.
quieren enseñar sin aun aprender a aprender, quieren amar cuando no se aman a si mismos .
pero lo único que se save es que no se save nada de nada.


antonio josias hernandez diaz de leon


En este minuto solo quisiera eastar alla tan lejos donde te encuentras ..,tener alas que me llebaran volando, seria algo verdaderamente mágico y solo decir ¿::::? eres lo mejor que tengo aunque solo tenga recuerdos de ti y que te amo que ya nohay otra marcha atras de pronto te fuiste y me dejasre aki con la duda de que hice mal nose si quererte demasiado fue un error solo te ame no pretendi de nada solo estar a tu lado aunque fuera solo en la escuelaaora me ciento confundido perdido sin ti y no logrto entender lo que pasa.....!!!!¿:::? por las noches espero que recuerdes todas esas cosas tan bellas que vivimos y a la distancia sientas este amr tan grande que siento por ti y sientas alguna vez la inmensa nesecidad de estar a mi lado te amo con todo mi corazon ......!!!! L o siento es que sigo solo esperando que decidas nuevamente estar a mi lado ...!!!!!


cristhian antar




Verdaderamente artista es el hombre que cree absoltamente en sí, porque él es absolutamente él mismo.


Oscar Wilde


Aunque t sobren amores
y caprichos no te falten
siempre tendrás en tu mente
a quien supo serte fiel
y t amó verdaderamente


ISEVER


no soy nadie aquí, ni en ninguna parte...pero quiero algo que todos quieren...encontrar un solo momento en la vida para sentirme verdaderamente plena...


belu11


UN VERDADERO AMOR SE ENCUENTRA UNA SOLA VEZ EN LA VIDA,OPORTUNIDADES MILES Y DURANTE TODA ELLA,PODRAS EQUIVOCARTE ALGUNAS Y OTRAS VECES NO,RECTIFICAR SOLO UNA VEZ EN LA VIDA,QUE TE AMEN SOLO POR UN INSTANTE SIEMPRE PERO QUE TE AMEN INTENSA Y Y VERDADERAMENTE SOLO LO ENCONTRARAS EN UNA PERSONA Y UNA VEZ EN TODA TU VIDA.....


cysar




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


El eslabón por tanto tiempo buscado entre el animal y el hombre verdaderamente humano... somos nosotros.


Konrad Lorenz


Siempre hay cambios. Justo cuando las cosas están verdaderamente bien, cambian.


Lucy Montgomery


Un profeta, como podríamos usar de nuevo hoy, fuerte, celoso, enojado y triste, en oposición a los dirigentes, las masas, verdaderamente todo el mundo.


Felix Mendelssohn


Palabras de amable reconvención no pueden menos de agradar al que escucha. Pero la meditación sobre ellas es lo que verdaderamente importa.


Confucio


El único problema filosófico verdaderamente serio es el Suicidio. Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas


Albert Camus


No habrá fin a los problemas de los estados, o de la propia humanidad, hasta que se convierten en filósofos reyes de este mundo, o hasta los que ahora llamamos reyes y gobernantes real y verdaderamente se convierten en filósofos, y el poder político y la filosofía por lo tanto entran en las mismas manos .


Platón


Es verdaderamente asombrosa la resistencia de la naturaleza humana. En cuanto desaparece el obstáculo que la agobia, sea el que sea -incluso mediante la muerte ?, volveremos rápidamente a los primeros principios de la esperanza y de la alegría.


Bram Stoker


Solo amamos verdaderamente una sola vez. Es la primera vez ya que las pasiones posteriores están más controladas.


Du Coeur


Dado que los modelos de negocio tradicionales de la música grabada, han cambiado drásticamente, no hay resultados verdaderamente disminución derivada de música grabada por los artistas - tanto actuales como catálogo. La industria del turismo se ha vuelto mucho más importante como fuente de ingresos y la mayoría de las experiencias del ventilador auxiliar y promociones que puedan derivarse de ella.


Irving Azoff


Lo más importante es disfrutar de tu vida -para ser feliz- que es lo que verdaderamente importa.


Audrey Hepburn


La gente verdaderamente llegar a través de fronteras - ya sean religiosas o raza, convicciones políticas o geográficas. Un Estado que es sinceramente civilizada y respetuosa de la vía de cada individuo frente a la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad será nuestro objetivo.


Jon Huntsman Jr.


Solo la gente verdaderamente inteligente es consciente de que la vida es demasiado corta como para permitirse el lujo de aprender solo de su propia experiencia.






Así que creo que si queremos tener un Congreso, si queremos tener un gobierno que se parece a América, si queremos tener un gobierno que sea verdaderamente una democracia representativa, entonces tenemos que abordar con claridad cómo conseguimos nuestras leyes de la campaña de el camino de la democracia.


Carol Moseley Braun


Describiendo Woodstock como el 'Big Bang', que creo que es una gran manera de describirlo, porque lo importante de que no era el número de personas que estaban allí o que era un montón de música verdaderamente maravilloso que consiguió reproducir.


David Crosby


Dios está verdaderamente en el lado de los que trabajan por la justicia social, sobre todo cuando acompañamos a que el trabajo con la entrega del Evangelio!


Joni Eareckson Tada


América de alguna manera piensa que el liderazgo se refiere a la gobernanza, y que sin duda lo hace. Pero la sociedad es mucho más grande que el gobierno, y algunos de los verdaderamente grandes líderes de nuestra sociedad está fuera del ámbito de gobierno.


Jim Leach


Para ser verdaderamente radical es hacer posible la esperanza en lugar de desesperación convincente.


Raymond Williams


Hemos entrado en una era en la que la educación no es solo un lujo que permite que algunos hombres pueden ganar algunas ventajas. Se ha convertido en una necesidad sin la cual una persona está indefensa en esta compleja sociedad industrializada. Verdaderamente hemos entrado en el siglo del hombre educado.


Lyndon B. Johnson


Nada verdaderamente convincente - que poseer rigor, vigor y habilidad - se ha escrito en contra de los antiguos hasta ahora, sobre todo, no en contra de su poesía.


Friedrich Schlegel


El arte verdaderamente no es el pan, pero sí el vino de la vida.


Jean Paul


Los amantes que aman verdaderamente no escriban su felicidad.


Anatole France


Considerado ahora como una posesión, se puede definir la cultura como el residuo de un gran cuerpo de conocimiento inútil que ha sido bien y verdaderamente olvidado.


Albert Jay Nock


Los cambios radicales en la política mundial dejan América con una gran responsabilidad de ser, para el mundo, un ejemplo de una sociedad verdaderamente libre, democrática, justa y humana.


Juan Pablo II


La escritura es verdaderamente un arte creativo - poner palabra a un pedazo de papel en blanco y terminar con una historia hecha y derecha llena de carácter y la trama.


William Shatner


Permítaseme en sus vidas, su mundo. Vive en mí, para que pueda llegar a ser verdaderamente vivo.


Jesús Cristo


Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida. Porque casi todo - todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso - todo eso desaparece en la cara de la muerte, dejando solo lo que es verdaderamente importante.


Steve Jobs