Amar. Encuentra docenas de amar con fotos para copiar y compartir.
Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.
Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos sí quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingenier�...
¿Puede un beso abrir la eternidad?, ¿puede la pasión envenenar?. ¿Podrá un corazón tanto aguantar?, ¿podrá la vida seguir Después de amar así?.
En el acto de amar, de entregarse, en el acto de penetrar en la otra persona, me encuentro a mí mismo, me descubro, nos descubro a ambos, descubro al hombre.
Desgraciado quien no haya amado más que cuerpos, formas y apariencias. La muerte le arrebatará todo. Procurad amar las almas y un día las volveréis a encontrar.
Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tu haces con lo que la vida te hace, al final el dolor quema mucha la superficialidad asi como es posible dar sin amar pero es imposibela amar ...
Cuando amas y no te aman es tan trizte pero mas triste es amar sin saber si te aman
Nunca se tiene la libertad de amar o de dejar de amar.
Para comprender, me destruí. Comprender es olvidarse de amar. No conozco nada más al mismo tiempo falso y significativo que aquel dicho de Leonardo da Vinci de que no se puede amar u odiar una cosa ...
¿has comprendido?,¿has perdonado?,¿has olvidado?. . . ¡no to confundas!, lo que pasa es que has dejado de amar.
Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.
Lo que funda toda escritura es el amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Y olvidarse del dinero.
Mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar.
Las grandes personas, que son las buenas, son ante todo pródigas, y no se preocupan mucho de sus expansiones. Hay que reír y llorar, amar, trabajar, gozar y sufrir; en fin, vibrar todo lo que se pue...
El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar.
Es preciso aprender a amar y a ser bondadosos, y eso, desde la juventud; si ni la educaci6n ni el azar nos proporcionan ocasión de ejercitar tales sentimientos, nuestra alma se volverá seca e inclus...
Los seres destinados a ser amados son, a pesar de todo, odiados por aquellos otros seres a quienes nadie nunca puede amar.
Siempre hay algo ridiculo en las emociones de la gente que uno ha dejado de amar.
Yo daría una estrella por volver a tenerte y por una mirada, un pedazo del mar, y por una caricia este cielo completo y no se qué daría si me fueras a amar.
Trata de amar al prójimo. Ya me dirás el resultado.
Al principio no se trata de entender sino de amar.
Dices que no puedes más. Aún volverás a sufrir, y a amar, y a sufrir de nuevo, y a gozar otra vez y otra y otra. Solo morirás una vez, eso es lo único que no podrá repetirse, pero la vida es una...
Amar a quien no se ama es fatigar el corazón.
El que no ama su patria no puede amar nada.
Hay una cosa muy bonita: compartir la alegría de amar.
Tu puedes dar sin amar, pero no puedes amar sin dar.
Hay que amar lo que es digno de ser amado y odiar lo que es odioso, más hace falta buen criterio para distinguir entre lo uno y lo otro.
El hombre tiene dos caras: no puede amar sin amarse.
El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir.
Para amar a una persona y perdonárselo todo basta con contemplarla un rato en silencio. A veces vivimos durante muchos años al lado de otra persona y solo vemos de verdad en el momento de sobrevenir...
Amar amar y siempre amar haber amado haber de amar.
Y ya ni sé lo que va a ser de mí, todo me dice que amar será mi fin...
Por supuesto que es posible amar a un ser humano si no lo conocés demasiado.
Aquí un marido que ama a su mujer es un hombre que no tiene el mérito suficiente para hacerse amar por otra.
Amar es vivir en aquellos que se ama.
La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamó herejía.
Con las personas que no puedes amar, muéstrate siempre amablemente evasivo.
Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.
Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar.
Solo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.