Proverbios chinos de confucio. Encuentra docenas de proverbios chinos de confucio con fotos para copiar y compartir.
Te vi, fumabas unos chinos en Madrid
Los chinos, incluso los no muy ricos, tienen amantes. Las esposas lo saben. Así están tranquilas: cuando tienen mujeres afuera siempre vuelven a casa
Desde hace muchos años estoy convencido de que el espíritu europeo está en declive y necesita volver a sus fuentes asiáticas. Durante años he honrado a Buda y he leído literatura india desde mi ...
Los proverbios son los ecos de la experiencia de un pueblo y corresponden al pensamiento íntimo de cada uno.
Los proverbios y las máximas son el último refugio de los desamparados.
Nos engañaron como viles chinos
Los hombres vicioso procuran disimular sus faltas con apariencias de honradez.
Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
Odia a los que son viles y calumnian a quienes son superiores a ellos; odia a los valientes que no saben de normas de convivencia; odia a los fanáticos atrevidos que son gente estrecha de miras.
El hombre prudente es parco en el hablar pero activo en el obrar.
Cuando se emprenden guerras para conquistar nuevos territorios, los campos quedarán cubiertos por los cuerpos de las víctimas.
Las desgracias, al igual que la fortuna, solo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos.
Un pueblo solo puede ser guiado por costumbres, no por saber.
Si se mata una gallina, ¿Para qué utilizar un cuchillo, que sirve para matar bueyes?.
Conocer lo que es justo y no practicarlo es una cobardía.
Las mejores palabras son aquellas que encierran un profundo significado y, al mismo tiempo, resultan comprensibles para todo el mundo.
No hay nada más patente que lo secreto, ni nada más tangible que lo recóndito; por eso, el noble debe ser cauteloso con respecto a lo que él solo es para sí.
Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y tendida la mano.
Tener suficiente dominio de sí mismo para juzgar a los otros por comparación con nosotros mismos, y obrar en relación a ellos tal como desearíamos que obrasen con nosotros, a esto es a lo que pued...
Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.
Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo.
Pensar, sin aprender, es cansador y peligroso. Aprender, sin pensar, es vano.
Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.
La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
Pensar dos veces ya es bastante.
Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.
Lo que hagáis, a vosotros os pertenece; yo solo debo responder de mis propios actos.
Deben imponerse castigos cuando convenga. La fidelidad no es contraria a una justa corrección.
¿en qué consiste la ciencia? en conocer a los hombres.
Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
Las palabras han de expresar con fidelidad nuestro pensamiento.
El medio más eficaz para combatir nuestros vicios y malas inclinaciones consiste en no combatir los vicios y malas inclinaciones de los demás antes de haber eliminado los propios.
Cuando uno no sabe aún lo que es la vida, ¿cómo podría conocer lo que es la muerte?.
Aún las profesiones más humildes son dignas de respeto.
Enseñar a quien no está dispuesto a aprender es malgastar las palabras.
El noble promueve lo que tiene de hermoso el hombre, el vil lo que tiene de feo.
Cuando el reino es administrado con justicia y equidad, bastará su palabra para que le sea conferida la dignidad que merece; cuando el reino sea mal gobernado, y se produzca disturbios y sediciones, ...
Es hombre quien imponiéndose a su yo se somete a los «li» (costumbres), a la ley de las convenciones sociales.
Quien ha nacido en nuestros días y retorna a los modos de la antigüedad es un estúpido y labra su propia desgracia.