Frases de animo y fuerzas
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Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.
Presencia de ánimo y valor en la adversidad, valen para conquistar el éxito más que un ejército.
La belleza es un estado de ánimo.
Un aumento de sueldo es como un martini: sube el ánimo, pero solo por un rato.
Cuando un poeta canta estamos en sus manos: él es el que sabe despertar en nosotros aquellas fuerzas secretas; sus palabras nos descubren un mundo maravilloso que antes no conocíamos.
Ni el hombre más bravo puede luchar más allá de lo que le permiten sus fuerzas.
Cuando se lee un libro según qué estado de ánimo, solo se encuentran en él interpretaciones de ese estado.
¡Ánimo!. Todo pasa. Ama tu trabajo y no dejes de cumplir tu deber cada día.
El arte de la medicina consiste en mantener al paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando.
El ambiente es demasiado cerca para los sueños. Nos obliga a la acción. Está cerca de nosotros. Estamos en ella y de ella. Se despierta a los dos para estudiar y hacer. Debemos conocer sus estados de ...
Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina; el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen.
El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el ánimo con que se da o se hace.
De tu estado de animo depende el mio, de tus palabras depende mi alegria y de tu amor... depende mi Felicidad
Dos cosas llenan el animo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con mas frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mi y la ley moral en mi...
El cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo.
A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.
El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar.
Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican.
No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmalazado.
Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.
Allá donde la moral y la religión son reducidas al ámbito exclusivamente privado, faltan las fuerzas que puedan formar una comunidad y mantenerla unida.
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.
Cualquier cosa que hayas decidido hacer, hazla con todas tus fuerzas.
La mejor persona que te puede levantar el animo es tu mismo.
Para apoyar a nuestras Fuerzas Armadas, las armas que nosotros necesitamos como ciudadanos son el cariño, la confianza y el celular.
Los católicos deben estar atentos y vigilantes, porque existen fuerzas y grupos que quieren destruir la fe.
La naturaleza humana no es una máquina que se construye según un modelo y dispuesta a hacer exactamente el trabajo que sea prescrito, sino un árbol que necesita crecer y desarrollarse por todos lados,...
La fuerza del fascismo reside más que en nada, camaradas, en el hecho lamentable de la división de las fuerzas capaces de oponerse a su avance.
El Pueblo de Guatemala se moviliza y está consciente de sus fuerzas para construir un futuro digno
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Saco fuerzas cual jabato herido emprendo solo mi ruta
Disminuid los deseos; es como si aumentaseis las fuerzas
La fe es una de las fuerzas orgánicas más poderosas, puede que no sea capaz de mover montañas, al menos en el sentido literal, pero puede crear a alguien que sí sea capaz de hacerlo.
Los hombres contraen determinadas relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales
Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.
Los excelsos regalos de los dioses no pueden ser destruidos con facilidad por los mortales hombres, ni ceder a sus fuerzas.
Ignoramos, es cierto, el modo en que estos cuerpos actúan entre sí. Sus fuerzas y energías son totalmente incomprensibles.
En cambio estoy convencido de que la dictadura del proletariado no es el camino para llegar a establecer y consolidar la hegemonía de las fuerzas trabajadoras en los países democráticos de capitalismo...
Si yo hubiera creído en un Dios de recompensas y castigos, puede que hubiera perdido el ánimo en las batallas.
Mirad, en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas, y las soluciones vienen
