Desgraciado quien no haya amado más que cuerpos, formas y apariencias. La muerte le arrebatará todo. Procurad amar las almas y un día las volveréis a encontrar.
La melancolía es la felicidad de estar triste.
El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.
Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo.
Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura.
Él, quien planea cada mañana las transacciones del día, y sigue ese plan, lleva un hilo que lo guiará a través de un laberinto de la vida más ocupada.
El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de muchas mujeres en la costumbre.
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.
Los ojos no pueden ver bien a dios, sino a través de lágrimas.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
Todo número es cero ante el infinito.
Un hermano es un amigo que nos da la naturaleza y un amigo es un hermano que nos da la sociedad.
El amigo seguro se conoce en la acción insegura.
Te amo, te quiero, te adoro, te lo diría tod...
Una invasión de ejércitos puede ser resistida, pero no una idea cuyo tiempo ha llegado.
Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.
Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.
Ser discutido, es ser percibido.
Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.
Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.