Frases de los miserables de victor hugo
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Amar a otra persona es ver el rostro de Dios.
(Les Miserables)
La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de muchas mujeres en la costumbre.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.
Dios es la plenitud del cielo; el amor es la plenitud del hombre.
La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.
¿popularidad? eso es la gloria en centavos.
La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello.
Todo poder es deber.
El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor.
Atreveos: el progreso solamente se logra así.
A las mujeres les gusta sobre todo salvar a quien las pierde.
La arquitectura es el gran libro de la humanidad.
El amor es un ardiente olvido de todo.
En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo, brilla la luz.
La indigestión es la encargada de predicar la moral al estómago.
La melancolía es la felicidad de estar triste.
El amor abre el paréntesis, el matrimonio lo cierra.
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.
La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.
La tolerancia es la mejor religión.
Cuando el niño destroza su juguete, parece que anda buscándole el alma.
Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura.
La primera igualdad es la equidad.
Desgraciado quien no haya amado más que cuerpos, formas y apariencias. La muerte le arrebatará todo. Procurad amar las almas y un día las volveréis a encontrar.
Hay tantas mujeres bellas, pero no hay perfectas.
Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.
Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.
La popularidad es la gloria en calderilla.
Los animales son de Dios. La bestialidad es humana.
Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas.
Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas.
El ojo ve bien a dios solamente a través de las lágrimas.
El infierno está todo en esta palabra: soledad.
El hombre tiene el amor por ala, y el deseo por yugo.
No hay malas hierbas ni hombres malos; solo hay malos cultivadores.
Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los incautos.
Una casa sin hijos es una colmena sin abejas.
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