Frases buenas
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La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respetuo mutuo.
Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo.
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
El carácter de una persona lo determinan los problemas que no puede eludir y el remordimiento que le provocan los que ha eludido.
Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.
Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella.
Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo.
La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.
Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.
La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
Cuando no hay humildad, las personas se degradan.
La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen.
Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.
En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.
Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.
Saber y saberlo demostrar es valer dos veces.
Nada revela tanto el carácter de una persona como su voz.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.
Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.
Obedece más a los que enseñan que a los que mandan.
Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: el derecho a instruirlas.
La perfección es una pulida colección de errores.
Si no quieres que se sepa, no lo hagas.
La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
La independencia del pensamiento es la más orgullosa aristocracia.
Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir.
Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.
Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.
Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde.
Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.
La belleza solo le pertenece al que la entiende, no al que la tiene.
Todo lo que es hermoso tiene su instante y pasa.
Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir.
La franqueza en las mujeres, es casi siempre una inconsecuencia.
Un hombre honrado no encontrará jamás una amiga mejor que su esposa.
El secreto de la sabiduría, el poder y el conocimiento es la humildad.
En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad.
