Antes de actuar, escucha. Antes de reaccionar, piensa. Antes de gastar, gana. Antes de criticar, espera. Antes de rezar, perdona. Antes de rendirte, inténtalo.
Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.
El secreto de la sabiduría, el poder y el conocimiento es la humildad.
El mundo es tan bonito y valioso que se lucha por él.-
Un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendría también mejor sabor.
Aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no hacía más que recordar los tiempos en los que volaba sin esfuerzo.
Un hombre puede ser destruido pero no derrotado.
Me quieres, pero aún no lo sabes.
La papelera es el primer mueble en el estudio del escritor.
Para un auténtico escritor, cada libro debería ser un nuevo comienzo en el que él intenta algo que está más allá de su alcance.
El vino es la cosa más civilizada del mundo.
La revolución no es un opio, es una purga, un éxtasis que solo prolonga la tiranía. Los opios son para antes o después.
Conocer a un hombre y saber lo que tiene en la cabeza son asuntos distintos.
La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.
Los ojos que han contemplado auschwitz e hiroshima nunca podrán contemplar a dios.
El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.
La moral es lo que hace a uno sentirse bien y lo inmoral es lo que hace a uno sentirse mal.
Sin duda, no hay cacería como la caza de hombres y aquellos que han cazado hombres armados durante el suficiente tiempo y les ha gustado, en realidad nunca se interesarán por nada más.
Un hombre de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.
Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.