La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
Confucio
El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso.
El hombre es la medida de todas las cosas.
Es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad, conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe.
Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza.