Refranes sobre la envidia. Encuentra docenas de refranes sobre la envidia con fotos para copiar y compartir.
Si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.
Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, !cuántos que causan envidia nos moverían lástima!.
De una amistad con envidia, solo permanecerá la envidia.
Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrase del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.
Envidia, ni tenerla ni temerla.
El rico no gozaría nada si le faltase la envídia de los demás.
La crítica es producto de la envidia, debería ser diferente: los consejos se piden con una pregunta, no con una crítica.
La envidia es el adversario de los afortunados.
La envidia silenciosa crece en el silencio.
A menudo se hace ostentación de las pasiones, aunque sean las más criminales; pero la envidia es una pasión cobarde y vergonzosa, que nadie se atreve nunca a admitir.
Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.
La indignación moral no es más que envidia con aureola.
El éxito no se logra solo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización.
La envidia es una declaración de inferioridad.
Eres, Amor...
Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
Eres el...
Penélope
Kabul
Pajarillo enjaulado, me han quitado los ojos
y tengo una cuadrícula
calcada sobre el mundo.
Ni mi propio sudor me pertenece.
Espera en la antesala, me dicen, y entrelazo
mis manos m...
Intima soledad, ermitaña compañera, procurad concederme lo que con humildad os pido… proporcionadme unos ojos de diamante afilado, procuradme un espeso corazón de barro,
duros lomos que acarici...
He vuelto al intento fallido de escribirte una vez más, a reescribir esas palabras que se me fueron de las manos por un despojo caprichoso.
Palabras fieles a su significada, al que las escribe, al ...
El príncipe de la paz. Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces. Sobre él reposará el Espíritu de Yavé, y para respetarlo, y para gobernar según a sus preceptos. No...
Luna
La luna desde siempre nos ha sido gran fuente de inspiración aún siendo solo una gran roca girando sobre nuestras cabezas, "porque una roca gigante nos es tan fascinante? Yo creo que...
Después del recorrido que he hecho por España, después del recorrido que he hecho por la Guerra Civil, he llegado a una conclusión y tengo que decirla. Ya se que se me va a atacar por esto, pero e...
Sobre todo, hay que luchar vanidad, la envidia y todo tipo de malos sentimientos en su corazón.
La función del periodismo en este tiempo, o, por lo menos, en esta sociedad, no era informar, sino hacer desaparecer toda forma de discernimiento entre la mentira y la verdad, sustituir la realidad p...
A quien nada vale, no le envidia nadie.
La envidia es acaso el peor de los pecados, el goloso come, el lujurioso verifica el acto venéreo, el avaro toma su dinero, en cambio el envidioso se reseca en...bueno, su envidia.
Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".
Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda.
Pájaro preso, en tus ojos la envidia de los insectos.
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
Sed rígidos con vosotros mismos, pero condescendientes con los demás. De este modo os veréis libres de toda envidia y resentimiento.
Se parecen ellos a los exaltados; pero lo que los exalta no es su corazón, sino la venganza. Y cuando se vuelven finos y fríos no es su espíritu, sino la envidia.
La envidia hace muecas, no se ríe.
La envidia acorta la vida.
Y muchas veces uno solo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.
En cierto modo los celos son algo justo y razonable, puesto que tienden a conservar un bien que nos pertenece o que creemos que nos pertenece, mientras que la envidia es un furor que no puede tolerar ...
La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria.
¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.