En Cataluña la situación es cercana al pre fascismo. La actitud de mucha gente recuerda a la Alemania de 1933: hay miedo, no se comprometen.
Que no pase un día sin hacer un nuevo enemigo.
El nacionalismo catalán no acepta la realidad, es un mundo virtual, la Cataluña real no le interesa.
Me meto en este berenjenal por competencia desleal. Porque la farsa y la mascarada son mi terreno, y la política debería ser el arte de la sensatez.
El nacionalismo ha colmado mi vaso.
España ya no es cervantina, nadie cree en el amor platónico, la dignidad y la lucha por los valores inalcanzables.
Primero, creía que Zapatero se lo tomaba en serio. Después, pensé que no se enteraba. Y ahora pienso que tiene un morro monumental.
El nacionalismo es como una ventosidad; algo placentero para quien lo emite, pero desagradable para quien lo siente.
La política es un pudridero en el que lo que cuenta positivamente es la resistencia que uno ofrece a la irreversible descomposición.
El nacionalismo lo primero que hace es poner un enemigo en funcionamiento, y en el caso del nacionalismo catalán el enemigo es España. Creo que hay una parte de los catalanes que están enfermos de ...
Un artista, alguien que tenga un principio de libertad en su mente, se le hace imposible estar en Cataluña.
El toreo es el arte que mejor expresa la vida, la muerte, la astucia, el miedo, el terror, la agonía, la inteligencia y el buen gusto. No hay en el mundo un ritual tan didáctico, trágico, bello com...