Los hombres y las mujeres no nacen inconstante: se hacen tan por sus experiencias amorosas precoces.
El origen de todos los males es la codicia.
La primera receta de la felicidad es: evitar demasiado larga meditación sobre el pasado.
Un matrimonio exitoso es un edificio que debe ser reconstruido todos los días.
El nacimiento del amor, como todo nacimiento, es obra de la naturaleza. Es más tarde cuando el arte interviene.
El matrimonio no es una cosa por «hacer», sino también por «rehacer» sin cesar
El miedo es el más peligroso de los sentimientos colectivos.
Si el valor de relación de un hombre, luchar con él. En cuanto al gusto, le gusta su periódico - y desprecias.
Los seres más mediocres pueden ser grandes solo por lo que destruyen.
Los azares de la vida son tales, que toda eventualidad se hace posible
En la literatura como en el amor, estamos asombrados de lo que es elegido por los demás.
La crítica del jefe por el subordinado debe ser un accidente, no un hábito
En muchos casos encontramos móviles nobles y heroicos para actos que hemos cometido sin saber o sin querer.
Es preciso que los jóvenes sean injustos con los hombres maduros. Si no, los mitificarían y nunca se avanzaría.
Un verdadero hombre de Estado lleva en sí mismo el país.
El hombre no es ni ángel ni bestia; afortunadamente, cuando hace de ángel hace un poco menos de bestia
Por desgracia, el deber no coincide siempre con el interés
Los hombres verdaderamente viriles aman el choque de los espíritus, como los héroes amaban el choque de las espadas
Los hombres muy enamorados esperan del matrimonio una felicidad tan extraordinaria que a menudo se sienten defraudados
Todos los compromisos son absurdos, pues van destinados a calmar las pasiones y no a satisfacer las inteligencias