Frases de Bob Dylan ( 5 )


Vete con él ahora que te llama, no puedes negarte, cuando no tienes nada, no tienes nada que perder, ahora eres invisible, no tienes secretos que guardar.

El que no está ocupado naciendo está ocupado muriendo.
Cambias el curso de mis cosas cada día y enseñas a mis ojos a ver, precisamente estar cerca de ti me resulta una cosa natural y no podría dejar que te fueras, no importa lo que suceda porque te amo...

Lo mejor siempre está por venir, es lo que me explicaron. Ocúpate de tus cosas, serás un rey si los perros corren libres.

Todas esas cosas horribles que he oído no quiero creerlas, lo que quiero es tu palabra. Así que, cariño, por favor no me falles, dime que no es verdad.

¿Qué se siente, qué se siente, al estar contigo misma al estar sin un hogar como una completa desconocida como un canto rodante?

Tan feliz de estar vivo bajo el cielo azul, en esta nueva mañana, nueva mañana, en esta nueva mañana contigo.

Hazme saber, nena, estoy casi anegado, si eres tú el trazo de mi vida.

La gente de hoy siguen viviendo de las sobras de la mesa de los años sesenta. Todavía se están pasando alrededor - la música y las ideas.

Amor es todo lo que hay, lo que hace al mundo girar, amor y solo amor, no puede negarse. No importa lo que pienses, no serás capaz de hacer nada sin él.

(...) Luego, el tiempo dirá quién ha caído y quién fue dejado atrás, cuando sigas tu camino y yo el mío.

Enciende el fuego, echa unos troncos y escucha cómo crepitan y déjalos quemarse, quemarse, quemarse, en una noche como ésta.

No hay palabras para expresar lo maravillosa que eres, eres maravillosa para mí.

Me considero primero un poeta y luego un músico. Vivo como un poeta y me voy a morir como un poeta.

Fue gravedad lo que nos hizo bajar y destino lo que nos separó. Tú domaste al león de mi jaula pero solo eso no fue bastante para cambiar mi corazón.
(...) Pero si no voy a tener a Corrina, la vida no significa nada para mí. Corrina, Corrina, chica, tú estás en mi pensamiento. Corrina, Corrina, chica, tú estás en mi pensamiento. Estoy cantánd...

Quiero ser tu amante, muchacha, no quiero ser tu dueño. No digas que no te avisé cuando tu tren se pierda.

La música folclórica es un montón de gente gorda.
Que tus manos siempre estén ocupadas, que tus pies siempre sean veloces y que tengas una fuerte base para cuando el viento cambie de golpe... Que tu corazón siempre esté alegre, que tu canción sea...

Me odio a mí mismo por amarte, pero tendré que sobreponerme a ello.