Frases de Carlos Bousoño
Noche Del Sentido
El olfato no huele, ojo no mira.
Ni gusta lengua ni conoce el seso.
Eso sabemos, corazón que aspira.
Tan solo eso.
Quién pudiera cual tú mirar tan leve
esta colina que una...
Verdad, Mentira
Con tu verdad, con tu mentira a solas,
con tu increÃble realidad vivida,
tu inventada razón, tu consumida
fe inagotable, en luz que tú enarbolas;
con la tristeza en que tal vez te...
LetanÃa Del Ciego
Soy como un ciego...
Rubén DarÃo
Y tú que tanto amas, tanto rÃes,
tanto adivinas y conoces tanto,
¿dónde el escudo para que te fÃes,
dónde el pañuelo de enjugar tu llanto...
El Vivir de La Amada
Yo sé que de tu pecho los latidos
están contados. Corazón, haz lento
tu misericordioso movimiento
y leves tus quejidos doloridos
por ese cuerpo, donde mis sentidos
ponen todo...
Corazón Partidario
Mi corazón, lo sabes,
no está con el que triunfa o que lo espera,
con el juramento mercader
que acecha el buen provecho,
se agazapa, salta sobre la utilidad, que es su querida,
...
Alma Solitaria
Mira los aires, alma solitaria,
alma triste que sola vas gimiendo.
Asciende, sube. Amor te espera.
La cima es alta. Escaso, el aparejo.
Aleteante, temblorosa y blanca,
te veo subir co...
Salmo Desesperado
Como el león llama a su hembra, y cálido
al aire da su ardiente dentellada,
yo te llamo, Señor. Ven a mis dientes
como una dura fruta amarga.
MÃrame aquà sin paz y sin consuelo...
Algo En Mi Sangre Espera TodavÃa...
Algo en mi sangre espera todavÃa.
Algo en mi sangre en que tu voz aún suena.
Pero no. Inútilmente yo te llamo.
Aquella voz que te llamaba es ésta.
Ven hacia ...
En Este Mundo Fugaz
Pozo de realidad, nauseabunda
afirmación, nocturno
cerco de sombras. Todo
hasta la muerte. Somos
aciago resplandor insumiso, noche
florecida. Oh miseria
inmortal. Tú, mi alondra...
Palabras En La Noche
Cecilia, dulce amiga. Hoy yo quisiera hablarte
con la verdad que nace de un corazón pequeño.
Decirte cómo un dÃa yo quise condenarte.
A ti que fuiste solo la luz para mi sueÃ...
Dime Que Era Verdad
Dime que era verdad aquel sendero
que se perdÃa entre la paz de un prado;
aquel otero puro que he mirado
yo tantas veces con candor primero.
Dime que era verdad aquel lucero
que...