Frases de Fiódor Dostoyevski ( 2 )
El hombre debe ganar su felicidad mediante el sufrimiento: es la ley de la tierra.
Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama.
Cuando reconozco a un hermano en mi prójimo, solo entonces soy hombre.
Si el juez fuera justo, quizás el criminal no sería culpable.
La vida es un paraíso, pero los hombres no lo saben ni se preocupan de saberlo
Enamorarse no es amar. Puede uno estar enamorado y odiar a la persona de quien lo está
La vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un continuo deseo de encontrar a quien someterse.
En toda mi vida he visto a un hombre más tímido; es tímido hasta la estupidez, y él lo sabe, naturalmente, porque de estúpido no tiene nada.
Solo por el respeto de sí mismo se logra el respeto de los demás
La verdadera seguridad se halla más bien en la solidaridad que en el esfuerzo individual aislado
Hay tres fuerzas, tres únicas fuerzas en la tierra capaces de vencer y cautivar para siempre la consciencia de estos débiles rebeldes, para su felicidad. Son: el milagro, el misterio y la autoridad.
La conciencia pertenece a un orden mucho más elevado que dos más dos. Es claro que después de dos más dos, no nos quedará ya nada sobre lo que obrar ni nada que descubrir.
Siempre se tiene una historia ¿Ha vivido usted sin historia? ¿Cómo se explica eso?
La iniciativa debe partir de los hombres de talento.
En esa época yo tenia veinticuatro años, pero ya entonces tenía una existencia sombría, desorganizada, solitaria como la de un salvaje.
Un político incrédulo no haría nada jamás por su patria.
El hombre inventa a Dios con la finalidad de vivir sin matarse. En esto consiste la historia del mundo desde sus orígenes hasta nuestros días.
Nada hay tan difícil como la franqueza, ni nada tan fácil como la adulación. La adulación es agradable, y todos la escuchan con cierta delectación, con una delectación grosera quizá, pero delec...
Los libros son mi aliento, mi vida y mi futuro.
No se puede callar cuando se siente.