Labios de amor, sombras de amor, entre las piedras un rayo de amor cáliz de amor, cruces de amor, clave de muerte, clave de sol.
Yo sé que te aliviará, la pena.
Entonces cuando todo al fin se vuelve insoportable, cuando el mundo y el veneno dan dolor, todavía sigue allí tu buena estrella, buena estrella para todos, para vos.
Una guerra no es un negocio ni una ilusión, una guerra es sangre.
Tu sonrisa inolvidable me hizo tanto, tanto bien, tanto bien y me marche... Y te soñé, y te pensé, en bibliotecas, en hoteles desvarié. No conocí otra mujer con esa diáfana mirada y esa piel.
La lluvia es un espejo que me ayuda a verte bien.
Yo te pido un favor, que no me dejes caer en las tumbas de la gloria.
Yo te pido que esta noche no me dejes en el mar, que ya no duermo por las noches, siento que algo va a estallar.
Sigo vivo, sigo atento, y observando con el tiempo esta extraña enfermedad inclasificada que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa, cuyo síntoma es que ya no importa nada.
No creo en casi nada que no salga del corazón.
Nadie detiene al amor en un lugar.
Cada punta del lazo que une, la muerte y el cenit, quiero dejarlas partir, creo que viven en mí
Todos los momentos en los que te hice feliz son los restos de nuestro amor.
La melancolía de morir en este mundo, y de vivir sin una estúpida razón
La estupidez del mundo, nunca pudo y nunca podrá... Arrebatar la sensualidad.
Creo que aun tal vez piensas en mi, creo poder captarlo.
Si es amor, cruzará huracanes y tormentas.
Hay que salir a pelear, hay que salir a luchar, hay que volver a encontrar todas las cosas divinas, defender el lugar.
Y ya no pertenezco a ningún ismo me considero vivo y enterrado.
Volar, volar, volar, como es Alberto volar al más allá... Tira, la soga de tu cuello tira, la soga de mi cuello tira y esto es verdad; y eran los tiempos de la primavera, dejaste tu sonrisa en ella ...