Frases de John Kenneth Galbraith ( 2 )
Un libro malo es peor que no puede arrepentirse. No ha sido la política del diablo para mantener a las masas de la humanidad en la ignorancia, pero al ver que van a leer, que está haciendo todo lo p...
Crítica literaria Mucho viene de la gente para quien la especialización extrema es una cubierta, ya sea para la insuficiencia cerebral profunda o la pereza terminal, siendo este último un aspecto m...
En los Estados Unidos, aunque el poder corrompe, la expectativa de poder paraliza.
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula.
Podemos abandonar la seguridad de la doctrina de los años ochenta, a saber, que los ricos no funcionaban porque tenían muy poco dinero, los pobres, porque tenían mucho.
Hay momentos en la política cuando se debe estar en el lado correcto y perder.
La guerra sigue siendo el fracaso humano decisivo.
El liberalismo es, creo, el resurgimiento. Una de las razones es que cada vez más personas son tan dolorosamente consciente de la alternativa.
Una persona que compra los productos ordinarios en un supermercado está en contacto con sus emociones más profundas.
Hay algo maravilloso en ver una mayoría equivocada asaltado por la verdad.
Si las arrugas se deben escribir sobre nuestras frentes, y no sean escritos en el corazón. El espíritu nunca debe envejecer.
Las personas que están en una posición afortunada siempre atribuyen la virtud a lo que los hace tan feliz.
El enemigo de la sabiduría convencional no son las ideas sino la marcha de los acontecimientos.
Por todo pero el patológicamente romántico, ahora se reconoce que ésta no es la edad del pequeño hombre.
El sueldo del director ejecutivo de una gran empresa no es un premio de mercado para el logro. Es con frecuencia en la naturaleza de un gesto personal caliente por el individuo a sí mismo.
El poder no es algo que se puede asumir o desechar a voluntad como la ropa interior.
Todos estamos de acuerdo que el pesimismo es una señal de inteligencia superior.
El Metropolis debería haber sido abortado mucho antes de que se convirtió en Nueva York, Londres o Tokio.