Frases de john updike

La verdad no debe ser forzada, sino que simplemente debe manifestarse, como una mujer que tiene en su vida privada reflejada y fríamente decidió otorgar a sí misma a un hombre.

Los espacios interiores que una buena historia nos permite entrar son los viejos apartamentos de la religión.

Desde la infancia, todos somos espías, la pena no es esto, sino que los secretos por descubrir somos tan miserables y pocos.

Escribir la crítica es a la escritura de ficción y poesía como abrazando la orilla es la navegación en el mar abierto.

La inspiración llega como un paquete de material a ser entregado.

Lo que el arte ofrece un espacio - un cierto margen de maniobra para el espíritu.

El arte es como los zapatos de bebé. Cuando se les capa de oro, ya no pueden ser usados.
Los Padres Fundadores en su sabiduría decidieron que los niños eran una cepa natural de los padres. Así que siempre cárceles llamadas escuelas, equipadas con torturas llamado educación.
Cada mañana mis personajes me saludan con rostros brumosos dispuestos, aunque frías, a reunir para el progreso de otro día a través de las arenas movedizas del deslumbramiento del pantano de papel...
Aduanas y el cambio convicciones, las personas respetables son los últimos en enterarse, o admitir el cambio, y los más ofendidos por las reflexiones recientes de los hechos en el espejo del arte.

La primera bocanada de adulterio es el más libre, después de él, desarrollar limitaciones imitando matrimonio.

Apelaciones golf para el idiota en nosotros y el niño. ¿Qué tan pueril jugadores de golf se convierten en lo prueba su frecuente incapacidad para contar hasta cinco.

La religión nos permite pasar por alto nada y seguir adelante con los trabajos de la vida.

El sexo es como el dinero, solo demasiado es suficiente.

El apoyo esencial y el estímulo viene de dentro, que surjan de la loca idea de que su sociedad tiene que saber lo que solo se le puede decir.

Cada matrimonio tiende a consistir en un aristócrata y un campesino. De un maestro y un aprendiz.

Si los hombres no se mantienen en buenos términos con los niños, dejan de ser hombres, y se convierten en meras máquinas para comer y para ganar dinero.

Un asunto quiere derramarse, para compartir su gloria con el mundo. Ningún acto es tan privado que no busca aplausos.

Los sueños se hacen realidad, sin esa posibilidad, la naturaleza no nos incitaría a tenerlos.

Esto pone fin a un matrimonio es menos que ideal, sino que todo extremo debajo del cielo, y si la temporalidad se mantiene para ser invalidante, nada verdadero éxito.