Frases de Jules Renard ( 2 )

El único hombre que es realmente libre es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una excusa.

A la sombra de un hombre célebre hay siempre una mujer que sufre.

La recompensa de los grandes hombres es que, mucho tiempo después de su muerte no se tiene la entera seguridad de que hayan muerto

Se utiliza la adulación como el dinero: para que nos sea devuelta con intereses.

Verdad hace muchos recursos, no menos importante de los cuales es su poder de shock.

El socialismo tiene que bajar desde el cerebro y llegar al corazón.

El sabio generaliza; el artista individualiza.

Todo es bello, o tiene su belleza. Hay que hablar de un cerdo como de una flor.

El fracaso no es el único castigo para la pereza, hay también el éxito de los demás.

La escritura es la única profesión en la que no se tiene en cuenta que ridículo si usted gana nada de dinero.

Me divierten las gentes que quieren seguir unas reglas, porque en la vida no hay más que lo excepcional.

En arte, no hacer nada como los otros; en moral hacer como todo el mundo.

Si de una discusión pudiese salir la menor verdad, se discutiría menos.

El peligro del éxito es que nos hace olvidar la injusticia espantosa del mundo.

Un hermoso verso tiene doce pies, y dos alas.

La ausencia de los seres queridos nos acostrumbra a su muerte. Nos hace ver lo rápido que nos consolaríamos*

La punta de la rama acompaña un instante al pájaro que se va.

Amo la soledad, incluso cuando estoy solo

Se colocan los elogios como se coloca el dinero: para que nos sean devueltos con intereses*

Cuando un hombre habla de lo que sabe, siempre parece más sabio que nosotros*