El Tao hace surgir todas las formas, pero él mismo no tiene forma. Si intentas representar su imagen en tu mente, lo perderás
La religión es el fín de la virtud y la honestidad, el comienzo de la confusión; la Fé es una esperanza o miedo muy colorida, el origen de la estupidez
Si a un pueblo no le importa morir ¿de qué sirve amenazarlo con la muerte?
Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa.
¿Cómo podría el hombre alegrarse de la victoria y el placer en la masacre de los hombres?
La moderación es la mejor virtud para gobernar a los hombres y servir al cielo.
Un árbol enorme crece de un tierno retoño
El que proyecta muchas cosas, encuentra muchos obstáculos para realizarlas.
El pensamiento dualista es una enfermedad. La religión es una distorsión. La existencia es cruel. La espiritualidad es irreal. Pasar las cuentas de un rosario no es más sagrado que simplemente resp...
Un gobernante sabio siempre se esfuerza para que la gente no tenga tentaciones y pasiones, y para que las personas, profundamente viciosas, no se atrevan a actuar.
Quien pretende el dominio del mundo y mejorar éste, se encamina al fracaso. El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado. Quien lo domina lo empeora, quien lo tiene lo pierde
Poseo tres cualidades preciosas que guardo en mí como un preciado tesoro: la primera se llama AMOR; la segunda MODESTIA; la tercera se llama HUMILDAD.
Los esfuerzos del sabio se dirigen a tener satisfecha la vida, y no a tener muchas cosas. Y él, contemplándose con poco en el mundo material, escoge lo primordial.
Si tú y yo discutimos y tú vences ¿Será acaso verdadero lo tuyo y falso lo mío?
No todos los caminos espirituales conducen a la Unidad Armoniosa. De hecho, la mayoría son rodeos y distracciones y no otra cosa
Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso.
Los cinco colores ciegan al hombre. Los cinco sonidos ensordecen al hombre. Los cinco sabores embotan al hombre. La carrera y la caza ofuscan al hombre. Los tesoros corrompen al hombre
Si el Tao se pierde, queda la virtud; Si la virtud se pierde queda la amabilidad; Si la amabilidad se pierde, queda la justicia; Si la justicia se pierde, queda la religión
Hay que refinar la conciencia. Que el hombre se asemeje en esto a un bebé recién nacido. Si él se hace tan sutil, no va a tener errores.
El Tao engendra a la Unidad.