La mujer más insigne es la que mayor número de hijos le da a la patria.
La guerra es un arte singular. Yo he sostenido sesenta batallas y no he aprendido más de lo que sabía cuando sostuve la primera.
No es conveniente diseminar los ataques, sino, antes al contrario reunirlos.
Las mujeres son siempre mucho mejores o mucho peores que los hombres.
Jesús solo fundó su imperio en el amor; y hasta hoy muchas personas morirían por Él
La ambición de dominar los entendimientos es la más violenta de las pasiones.
En los negocios de la vida no es la fe lo que salva, sino la desconfianza
¿Tropas? ¿De donde quiere que las saque? ¿Quiere que las fabrique?
A los pocos meses de reinar los Borbones, os han convencido de que no han olvidado nada y que no han aprendido nada.
La inmortalidad es el recuerdo que uno deja
El valor es como el amor: necesita una esperanza que lo alimente
Para gobernar hay que saber aprovecharse de los vicios de los hombres, no de sus virtudes
Todo ser humano es libre si su libertad no atenta a la de los demás
Antes de pensar en la injuria que hemos recibido, hay que dejar pasar cuando menos una noche
Para los hombres de estado existe una moral pequeña y una moral grande
Al único enemigo al que temo es la naturaleza.
Un pueblo solo podría ser libre si los gobernados fuesen todos sabios y los gobernantes todos dioses
El hombre superior es impasible; se le vitupere o se le alabe, siempre sigue adelante
Los soberanos deben perdonar las faltas y no olvidarlas jamás
El amor propio es el más peligroso de los consejeros