Frases de Paulo Coelho ( 3 )


Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él.

Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior desguarnecido.

Dios siempre me dió una segunda oportunidad en la vida.

En el amor no existen reglas.Podemos intentar guiarnos por un manual,controlar el corazon,tener una estrategia de comportamiento...Pero todo eso es una tonteria.

Cada ser humano tiene, dentro de sí, algo mucho más importante que él mísmo: su don.

Siempre es más fácil escuchar una ofensa y no reaccionar que tener el coraje de enzarzarse en un combate con alguien más fuerte.

Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua y la justicia del viento, entonces eres libre.

Podemos cometer muchos errores en nuestras vidas, menos uno: aquel que nos destruye.

En la vida, todas las batallas sirven para enseñarnos algo, incluso aquellas que perdemos.

El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.

El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.

El camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando.

Libéranos de todos esos conceptos malditos, de esa manía de tener que explicarlo todo.

Si me preguntas si me gusta tu compañia, la respuesta es si. Sin embargo, si quieres saber si puedo vivir sin ti, la respuesta también es si...

El amor es arriesgado, pero siempre ha sido así. Hace millares de años que las persons se buscan y se encuentran.

La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos.

Coraje. Comenzando la jornada con esta palabra, y siguiendo con la fe en dios, llegarás hasta donde necesitas

Cuando buscamos el tesoro, nos damos cuenta de que el camino es el propio tesoro.

Las cosas simples son las más extraordinarias y solo los sabios consiguen verlas.