Frases de Salvador Dali ( 2 )
Tengo pensamiento daliniano: la única cosa que el mundo nunca tendrá suficiente es de lo escandaloso.
Nunca alcanzarás la perfección, no tengas miedo.
El termómetro del éxito no es más que la envidia de los descontentos.
La belleza aterradora y comestible de la arquitectura Art Nouveau.
Yo no pinto un retrato para se que parezca a la persona, más bien es la persona que crecer para parecerse a su retrato.
La diferencia entre los recuerdos falsos y verdaderos es la misma que para las joyas: es siempre los falsos que se parecen el más real, el más brillante.
No tengas miedo de la perfección -nunca lo alcanzarás.
Las guerras nunca han hecho daño a nadie, excepto a la gente que muere.
El primer hombre en comparar las mejillas de una joven a una rosa fue obviamente un poeta, el primero de repetirlo fue posiblemente un idiota.
Gustar el dinero como me gusta, es nada menos que misticismo. El dinero es una gloria.
¿Qué es un aparato de televisión para el hombre, que solo tiene que cerrar los ojos para ver a las regiones más inaccesibles de lo visto y lo no visto, que solo tiene que imaginar el fin de penetr...
Yo no tomo drogas. Yo soy una droga.
Las sociedades democráticas no son aptas para la publicación de tales revelaciones estruendosas que estoy en el hábito de hacer.
Es el buen gusto y el buen gusto solo, que posee el poder de esterilizar y es siempre el primer obstáculo para cualquier funcionamiento creativo.
La pintura es una parte infinitamente minutos de mi personalidad.
Los errores son casi siempre un carácter sagrado. Nunca trate de corregirlos. Por el contrario: racionalizarlos, entenderlos completamente. Después de eso, será posible para usted para sublimar ell...
El dibujo es la honestidad del arte. No hay posibilidad de hacer trampas. Es bueno o malo.
Todos tenemos hambre y sed de imágenes concretas. El arte abstracto habrá sido bueno para una cosa: para restaurar su virginidad al arte figurativo.
Deja que mis enemigos se devoren unos a otros.
Hay días en que pienso que voy a morir de una sobredosis de satisfacción.