No se puede juzgar la vida de un hombre hasta que la muerte le ha puesto término.
No nací para compartir el odio, sino el amor.
Me preguntas si debes o no casarte; pues, de cualquier cosa que hagas te arrepentirás.
El que es bueno en la família es también un buen ciudadano.
La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo.
Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna como el hombre. Tiene recursos para todo; solo la muerte no ha conseguido evitar.
Al hombre perverso se le conoce en un solo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.
La verdad puede más que la razón.
Una palabra es suficiente para hacer o deshacer la fortuna de un hombre.
Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho.
Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos
Constante y perpetua riqueza es la virtud.
Los que en realidad aman la vida son aquellos que están envejeciendo.
Es terrible hablar bien cuando se está errado.
Los cielos nunca ayudan al hombre que no quiere actuar.
El saber es la parte más considerable de la felicidad.
No creo que tus decretos tengan tanta fuerza como para permitir al hombre ignorar las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre.(Antígona a Cr...
La oportunidad, que tiene consejos para todos los asuntos, proporciona fuerza, mucha fuerza, contra todo impedimento
Solo el tiempo puede revelarnos al hombre justo; al perverso se le puede conocer en un solo día.
La muerte no es el más grande de los males: es peor querer morir y no poder hacerlo.