Frases de Talmud ( 2 )

La arrogancia es un reino sin corona

No compres objetos robados

Si la piedra cae sobre el cántaro, desdichado cántaro; si el cántaro cae sobre la piedra, desdichado cántaro; de cualquier manera es siempre el cántaro quien sufre

Desarma la ira con una respuesta delicada, que abunde la paz entre tú y todo el mundo

Quien durante cuarenta días seguidos no sufre alguna aflicción, ha recibido su recompensa en esta vida.

El exceso de capitanes hundirá el barco

Cuando un juez se sienta a juzgar al prójimo, debe sentir que una espada le apunta al corazón

Cuando se hace el bien es preciso hacerlo alegremente.

El Sol saldrá sin tu ayuda

Maldito el pecado, no el pecador

Es mejor figurar entre los perseguidos que entre los perseguidores
La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazó...

Encuenra un amigo y ascenderás un peldaño

La adversidad es escuela de la mente

Dios hace sufrir a los que ama

El buen hombre no necesita monumentos, sus hechos son sus monumentos

Quien es piadoso con los crueles acaba por ser cruel con los piadosos

A quién se haya apartado del mal, ya no deben hacérsele reproches

La vida es breve y la muerte segura. ¡Qué más te da que tus herederos reciban un poco más o un poco menos!

Siete cosas causan aflicción: la calumnia, el derramamiento de sangre, el perjurio, el adulterio, la presunción, el robo y la envidia.