No hay ninguna mujer que valga nada para el hombre, a menos que el hombre esté enamorado de ella; en este caso, vale todo lo que cuesta.
El dolor une, a veces, pero no enseña a vivir.
El escritor de prosa puede caminar solamente a un lado cuando pasa el poeta.
Ningún dolor nos parece justo y las injusticias siempre disponen mal.
Si el amor y el deber se encuentran, empieza el estado de gracia y se llega a una felicidad que es muy difícil imaginar.
Hay una atmósfera de suspensión, como si todo lo que hay alrededor nuestro estuviese esperando que algo ocurriese.
Cada hombre tiene secretos que él mismo ignora.
Si la gente solo hablara cuando tuviera algo que decir, el ser humano perdería muy pronto el uso del lenguaje.
Si los placeres no son tan vivos las penas han perdido también gran parte de su intensidad
Uno, con la edad, se libra del deseo de hacer las cosas como los demás y hace tranquilamente y sin miedo lo que le parece a él.
Los proverbios y las máximas son el último refugio de los desamparados.
El hombre es el único animal que ha de verse horriblemente desfigurado por la vejez.
La sensación de la distancia depende menos del espacio que del tiempo.
El amor más duradero es el amor no correspondido.
La vida es demasiado corta para hacer tú mismo lo que puedes mandar hacer a otros, pagándoles.
Adquirir el hábito de la lectura es construirse un refugio contra casi todas las miserias de la vida.
En tiempos de hipocresía, cualquier sinceridad parece cinismo.
No pienso en el pasado. La única cosa que importa es el presente eterno.
Es muy duro ser caballero y escritor.
Si no quieres que te mientan, no preguntes.