Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Calle

Calle. Encuentra docenas de calle con fotos para copiar y compartir.


Cuando mi marido se retrasa para la cena, se que o tiene una amante o está tirado, muerto en plena calle. Siempre espero que sea lo de la calle.


Jessica Tandy


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Pablo Neruda




Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.


Rabindranath Tagore


Por la calle del ya voy se va a la casa del nunca.


Miguel de Cervantes


Empleo las palabras que me has enseñado. Si no significan nada, enséñame otras. O deja que me calle.


Salvador Dalí


Asomaba a sus ojos una lágrima, y a mi labio una frase de perdón, habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquél día? Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?


Gustavo Adolfo Bécquer




La gente piensa que soy un ogro, a veces. Algunas chicas me susurran en la calle Eres un demonio. Ellos piensan que somos realmente desagradables. Pero eso es solo en el escenario. Fuera del escenario, no soy ciertamente un ogro.


Freddie Mercury


Y tú solo has actuado, yo aún sabiendo que mentías.. me callé, y me preguntas si te amé.. ¿lo ves?, ¿lo ves? (¿Lo ves?)


Alejandro Sanz


¿Qué tiene que ver el Parlamento con la calle?


José María Aznar




Cuando me fui de Chile (1975), yo creía que era una celebridad, porque tenia un programa de televisión, donde iba la gente me reconocía en la calle.


Isabel Allende


Un cronopio va a abrir la puerta de la calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de llave encuentra fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo está algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a ser que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.


Julio Cortázar


Si alguno de los que pasen por la calle se detuviere, fijándose en la fachada de mi casa, haz fuego sobre él; si lo yerras, haz otro tiro, y si todavía lo yerras, ten por seguro que mi pistola no ha de errarte.


Gaspar Rodríguez de Francia


Hasta los desperdicios del amor triste de las ciudades nos llegaron en la hojarasca y construyeron pequeñas casas de madera, e hicieron primero un rincón donde medio catre era el sombrío hogar para una noche, y después una ruidosa calle clandestina, y después todo un pueblo de tolerancia dentro del pueblo.


Gabriel García Márquez




La ley de la calle era llevar o tomar.


Lucky Luciano


Ay, las casualidades -dijo Quim respirando a pleno pulmón, como el titán de la calle Revillagigedo-, valen verga las casualidades. A la hora de la verdad todo esta escrito. A eso los pinches griegos lo llamaban destino.


Roberto Bolaño


Y ahora qué hacemos - dijo Paul cuando unos veinte minutos más tarde se marchaban del parque.
Después de dar unos pasos en la calle, Daniel miró distraídamente en las dos direcciones y, con la vista al frente y expresión preocupada, dobló a la derecha en la acera.
-Teníamos un objetivo específico, eso lo recuerdo -dijo Paul-. ¿Cuál era?
- No lo sé - dijo Daniel al cabo de unos segundos.
- Acabábamos de comentarlo.
- Me acuerdo de algo -dijo Daniel con aire ausente.
- Ah, sí, vender libros.
- Vamos -dijo Daniel.
- Habíamos olvidado nuestro propósito y acabamos de recuperarlo -dijo Paul sonriendo-. No teníamos ningún objetivo, pero aun así seguíamos avanzando al mismo ritmo.
- Dios -dijo Daniel en voz baja.


Tao Lin


Tan pronto como me tendí en la cama tomé conciencia del silencio pavoroso de la queda. No puedo imaginarme otro silencio igual en el mundo. Un silencio que me oprimía el pecho, y seguía oprimiendo más y más, y no terminaba nunca. No había un solo ruido en la vasta ciudad apagada. [... ] Me levanté agitado y me asomé por la ventana, tratando de respirar el aire libre de la calle, tratando de ver la ciudad desierta pero real, y nunca la había visto tan solitaria y triste desde que llegué por la primera vez en los días inciertos de mi adolescencia.


Gabriel García Márquez


Vendríamos de la mano, a media calle, solos, y no diríamos nada. Que lo diga la noche. Que digan que te quiero las estrellas, los rumores lejanos, la distancia.


Jaime Sabines


Estoy de acuerdo con la copia casera de CD -se entiende que para uso privado-. Pasa lo mismo con la marihuana, si la compras en la calle alimentas a unos mafiosos pero si la plantas en tu casa. todo está bien, ¿no?.


Manu Chao


«Te volveré loca ?gritó su memoria cuando Tatiana se sentó a respirar la brisa salada de la eternidad en el alféizar de la ventana?. Andarás sonriente por la calle como una mujer normal, pero en tu interior te retorcerás como en la hoguera. No te liberaré, nunca serás libre.»


Paullina Simons


Los libros son puertas que te llevan a la calle, decía Patricia. Con ellos aprendes, te educas, viajas, sueñas, imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil.


Arturo Pérez-Reverte


Entonces, ¿por qué le permiten a un tipo con grandes y poderosas manos subir a un avión? Les diré: saben que él no es una amenaza, porque el está por ahí respondiendo las tres grandes preguntas. Pregunta número 1: '¿Empacó usted mismo su maleta?' No, Carrot Top lo hizo, él y Martha Stewart y Florence Henderson fueron a mi casa anoche, me prepararon una adorable langosta Newberg, me dieron un masaje en todo el cuerpo con aceites sagrados de la India, hicieron un Tour-way Around-The-World, y después hicieron mi maleta. Siguiente pregunta '¿Han estado sus maletas en su posesión todo el tiempo?' No, por lo normal la noche antes de viajar, justo cuando hay luna creciente, saco mis maletas a la esquina de la calle y las dejo ahí, desatendidas por varias horas. Solo para tener buena suerte. Siguiente pregunta. '¿Algún desconocido le ha ofrecido algo en el avión?' Hmmm, bueno, ¿que es exactamente un 'desconocido'? De seguro todos son conocidos por alguien. De hecho, justo esta mañana, Kareem y Yusef Ali Ben Gabba parecían conocerse uno al otro muy bien. Seguían bromeando sobre cual de mis maletas era la más pesada.


George Carlin


Pues hay gente por la calle que se cree que con negar el infierno ya puede vivir tranquila. Son idiotas. Menudo chasco se van a llevar en la muerte.


Jorge Loring


Bast, de pie en el umbral, casi danzaba de irritación. Al ver acercarse a Kote, echó a correr calle abajo agitando, furioso, un pedazo de papel.
?¿Una nota? ¿Te escapas y me dejas una nota? ?dijo en voz baja, pero furioso?. ¿Por quién me has tomado, por una ramera de puerto?
Kote se dio la vuelta y sacudió los hombros hasta depositar el cuerpo inerte de Cronista en los brazos de Bast.
?Sabía que lo único que harías sería discutir conmigo, Bast.
Bast sujetó a Cronista ante él sin esfuerzo.
?Si al menos hubiera sido una nota decente. «Si estás leyendo esto, seguramente estoy muerto.» ¿Qué clase de nota es esa?


Patrick Rothfuss


No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños


Mario Benedetti


Ricardo murió porque había ido a Haití en un momento de conflicto. Murió porque Antena 3 lo enviaba a Madrid y él quería seguir en Nueva York. Murió porque sus crónicas desde Estados Unidos durante la guerra de Irak no gustaron al Gobierno español de entonces. Murió porque se fue a Haití por su cuenta, con sus ahorros y su instinto. Murió porque había pasado unos meses muy difíciles en su piso del Village. Murió porque, a diferencia de otros como yo, era incapaz de meterse en el hotel cuando empezaban los tiros. Murió porque se refugió con otras personas en un comercio mientras las balas barrían la calle y al cabo de un rato, cuando parecía que llegaban los americanos a salvarlos, fue Ricardo quien salió a comprobar si el peligro había pasado. Murió porque era como era. Murió porque tuvo mala suerte y lo mataron.


Enric González




Ojalá te encuentre por aquí, en alguna calle del sueño. Es una gran alegría ésta de aprisionarte con mis párpados al dormir.


Jaime Sabines


La esclavitud no está abolida. En esta ciudad [Buenos Aires] está a la orden del día... En esta ciudad se explota a trabajadores en talleres clandestinos, y si son emigrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahí. En esta ciudad hay chicos en situación de calle, desde hace años. Hay muchos y esta ciudad fracasó y sigue fracasando en librarnos de esa esclavitud estructural que es la situación de calle. (...) Se somete a mujeres y a chicas al uso y al abuso de su cuerpo.


Papa Francisco


Si a cualquier persona que pasa por la calle le preguntan si iría a vivir a la Malvinas, respondería que no. Pienso que uso un emblema, tanto en la Argentina como en Inglaterra. Solo un escocés loco viviría ahí, y ya hace algún tiempo que están. Para mí la tierra es de la gente que vive ahí, que tiene su pedazo de tierra y la cuida todo el año. Yo no digo que son ingleses, porque los kelpers tampoco les gusta tener a todos esos soldados ingleses ahí.


Luca Prodan


Tomar las más insignificantes decisiones podía provocar profundas repercusiones. Unos diez minutos de espera podrían salvar una vida. O terminarla. Un giro equivocado bajando por la calle correcta o una conversación aparentemente sin importancia, y todo cambiaba. No era justo que cada vida fuera definida, arruinada, acabada y lo hiciera por tales detalles aparentemente inofensivos. Un importante acontecimiento que cambiase la vida debería venir con una señal de advertencia que dijera: ABANDONA TODA ESPERANZA o PONTE A SALVO. Era una broma cruel que nadie pudiera ver las curvas más peligrosas hasta que estabas sobre el borde, cayendo al abismo. (Ambrose)


Sherrilyn Kenyon


Lo he recibido a él como una mariquita. Como una mariquita manzanilla. Éste es un hombre degradado a más no dar. Este tipo por ejemplo iba con su mujer y su niña, cuando era presidente, a las corridas de toros en la plaza de Santamaría de Bogotá sancionando con su presencia ahí ese espectáculo miserable. Este hombre es un hombre que le ha causado a Colombia un daño monstruoso, como nadie, ni siquiera como Pastranita: Porque él abrió las importaciones de carros sin haber abierto una sola calle ni hecho una sola carretera. Abrió las importaciones de carros y nos embotelló el destino. El futuro. Nosotros estamos embotellados: ¡todas las ciudades de Colombia! desde su gobierno. Desde que abrió irresponsablemente las importaciones de carros ¡más todas las otras importaciones con las que acabó con las industria nacional! Ésta es una mariquita bellaca. Y ahora quiere volver otra vez a Colombia a mangonearnos. Después de que estuvo allá en la OEA haciendo un papelón lamentable, ¡terrorífico! Y la forma como llegó ahí: con el manzanillaje que le ha aplicado siempre a todo.


Fernando Vallejo


En Madrid, jamás llegué a pisar la calle, porque cada vez que aparecía en la puerta del Hotel Ritz, una legión de caballeros arrojaban sus capas al suelo para que caminara sobre ellas, poniendo ante mí una alfombra que nunca se acababa.


Mata Hari


(Los libros) le brindaban la posibilidad de una huida imaginaria de una vida que no la satisfacía, pero también tenían importancia para ella en tanto que objetos: le gustaba pasear por la calle llevándolos bajo el brazo. Tenían para ella el mismo significado que un bastón elegante para un dandy del siglo pasado. La diferenciaban de los demás.


Milan Kundera


Siempre aquellos ojos y aquella voz que te envolvía. Dormido o despierto, trabajando o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la cama... no había escapatoria. Lo único que te pertenecía eran los pocos centímetros cúbicos del interior de tu cráneo


George Orwell


La Noche vieja que dio paso a 1980 pase observando un gigantesco incendio en la calle Departamental con segunda Transversal. (?) Era una fábrica de espuma plástica la que ardía fuera de control. (?) En ese lugar estábamos Jorge, Miguel y yo. La década de los ochenta había empezado.


Claudio Narea


Aunque ser distinta signifique ser maravillosa, de igual manera trae problemas. Quizá la solución es ser distinto a solas, escondido, en tu casa, en tu pieza, a lo más con un amigo al frente, pero nada de actuar fuera de lo normal en la calle, delante de otras personas, y mucho menos en el colegio. Si no, al final uno termina solo.


Roberto Fuentes


Todos los seres humanos sufrimos y es lo único que nos une, todos tenemos encima nuestro enorme sufrimiento. Algunos, son muy espectaculares como el que cuenta Mario Conde en su libro, pero, salga ústed a la calle y cada hombre, cada mujer, cada familia, es un drama... A lo mejor algunos cambiarían un tiempo de estancia de cárcel por no verse privados de la casa que se la va a quitar el banco, por ver a sus hijos que tienen 35 años y no encuentran trabajo, por preguntarse cual es el porvenir de sus nietos. Muchos estarían dispuestos a pagar tres meses de prisión antes de seguir con ese sufrimiento.


Mario Conde


Gabriel se había hecho reembolsar el pasaje de regreso para quedarse en París, vendiendo los periódicos atrasados y las botellas vacías que las camareras sacaban de un hotel lúgubre de la calle Dauphine. Aureliano podía imaginarlo entonces con un suéter de cuello alto que sólo se quitaba cuando las terrazas de Montparnasse se llenaban de enamorados primaverales, y durmiendo de día y escribiendo de noche para confundir el hambre, en el cuarto oloroso a espuma de coliflores hervidas donde había de morir Rocamadour. Sin embargo, sus noticias se fueron haciendo poco a poco tan inciertas, y tan esporádicas y melancólicas las cartas del sabio, que Aureliano se acostumbró a pensar en ellos como Amaranta Úrsula pensaba en su marido, y ambos quedaron flotando en un universo vacío, donde la única realidad cotidiana y eterna era el amor. Cap. 20, Cien Años de Soledad


Gabriel García Márquez


Me los llevo de calle a todos, incluido Juárez.


Vicente Fox


Puedes sacar a un hombre de la calle... Pero nunca podrás sacar la calle de un hombre.


Daddy Yankee