Camilo jose cela los hombres
Camilo jose cela los hombres. Encuentra docenas de camilo jose cela los hombres con fotos para copiar y compartir.
Si te viese aparecer entre las nubes, Eliacim, con unas alas bien cosidas a la espalda, como un ángel, e incluso con una varita de la virtud en la mano, como un hada, probablemente enloquecería de tristeza.
Las nubes, hijo mío, con sus blandas cárcavas y sus cimientos movibles, guardan indescifrables teoremas cuyo planteamiento no es sano para los hombres. ¿Te acuerdas de aquel escalatorres, Eliacim, que un día de niebla escaló, una por una, todas las nubes del cielo y desapareció para siempre? Según los pastores de las montañas, que lo vieron, tenía la cabeza hueca y en su calavera se empollaban los minúsculos huevecillos de las tormentas, los huevecillos que, al reventar, sobrecogen al mundo.
Las nubes, Eliacim, se forman con las almas de quienes mueren en la horca y con las almas, también, de los niños que pecan antes de tiempo. Por eso, en los países del sol, suceden, a veces, cosas inexplicables, misteriosas y agudísimas cosas inexplicables.
Si te viese aparecer entre las nubes, Eliacim, estoy segura que enloquecería de tristeza. No es como un ángel como yo te quiero, hijo mío. Tampoco como habitante de la nube blanca, de la nube gris, de la nube negra.
Es de una manera mucho más sencilla e imposible.
Las nubes, hijo mío, con sus blandas cárcavas y sus cimientos movibles, guardan indescifrables teoremas cuyo planteamiento no es sano para los hombres. ¿Te acuerdas de aquel escalatorres, Eliacim, que un día de niebla escaló, una por una, todas las nubes del cielo y desapareció para siempre? Según los pastores de las montañas, que lo vieron, tenía la cabeza hueca y en su calavera se empollaban los minúsculos huevecillos de las tormentas, los huevecillos que, al reventar, sobrecogen al mundo.
Las nubes, Eliacim, se forman con las almas de quienes mueren en la horca y con las almas, también, de los niños que pecan antes de tiempo. Por eso, en los países del sol, suceden, a veces, cosas inexplicables, misteriosas y agudísimas cosas inexplicables.
Si te viese aparecer entre las nubes, Eliacim, estoy segura que enloquecería de tristeza. No es como un ángel como yo te quiero, hijo mío. Tampoco como habitante de la nube blanca, de la nube gris, de la nube negra.
Es de una manera mucho más sencilla e imposible.
Camilo José Cela
Don José es un hombre que, a fuerza de tener que aguantar a su mujer, había conseguido llegar a vivir horas enteras, a veces hasta días enteros, sin más que decir, de cuando en cuando, ¡hum!, y al cabo de otro rato, ¡hum!, y así siempre. Era una manera muy discreta de darle a entender a su mujer que era una imbécil, pero son decírselo claro.
Camilo José Cela
La muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a las mujeres todas, sin olvidarse de uno solo -¡dios, qué fatal memoria!-, y los que por ahora vamos librando, saltando de bache en bache como mariposas o gacelas, jamás llegamos a creer que fuera con nosotros, algún día, su cruel designio.
Camilo José Cela
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.
Camilo José Cela
se prohibe hablar se prohibe mirar para los lados se prohibe fumar se prohibe pensar sólo se permiten la soledad la tristeza y el vacío el buen trabajador mortal trabaja y muere no es otra su misión tampoco tiene más misión que apretar la tuerca que ve delante de sus ojos durante cinco segundos se prohíbe saber que hay árboles y pájaros la luna las nubes las olas una hoja de color dorado a la que lleva el viento una mujer a la que se le estremecen de amorosa forma casi imperceptible las aletas de la nariz el tiempo es oro y la sociedad precisa que no se dilapide el oro vete siempre mirando para el suelo llega a tu casa cansado y con el desierto habitándote la cabeza nadie te espera si no es para descargar sobre tus espaldas su malhumor debes acostumbrarte a sentirte orgulloso de que el hombre haya llegado a la luna y de que el dolor pueda transmitirse vía satélite nadie quiere decir que la rebelión de la máquina ha esclavizado al hombre
Camilo José Cela
hubo de conocer al hombre que había de labrarle la ruina; no la de la honra; que bien arruinada debía de andar ya por entonces, sino la del bolsillo, que una vez perdida aquélla, era por la única que tenía que mirar.
Camilo José Cela
Pensar en viejo me abruma y, sin embargo, pensar en joven, en sano y arrogante joven, me parece tan insípido...
Camilo José Cela
La filosofía del vagabundo se apoya en la no necesidad de nada y el buen talante de aceptarla sin queja alguna.
Camilo José Cela
La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir.
Camilo José Cela
La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas.
Camilo José Cela
Si el escritor no se siente capaz de dejarse morir de hambre, debe cambiar de oficio. La verdad del escritor no coincide con la verdad de quienes reparten el oro.
Camilo José Cela
Lo malo de los que se creen en posesión de la verdad es que cuando tienen que demostrarlo no aciertan ni una.
Camilo José Cela
Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera.
Camilo José Cela
Cuando las deudas no se pagan porque no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar.
Camilo José Cela
Estas páginas accesorias con las que suele ser costumbre presentar las nuevas salidas de los libros, se agostan sobre la marcha y con ellas no valen vitaminas, ni testovirones, ni paños calientes.
Camilo José Cela
La muerte es una amarga pirueta de la que no guardan recuerdo los muertos, sino los vivos.
Camilo José Cela
El toreo es un arte misterioso, mitad vicio y mitad ballet. Es un mundo abigarrado, caricaturesco, vivísimo y entrañable el que vivimos los que, un día soñamos con ser toreros.
Camilo José Cela
No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo.
Camilo José Cela
La muerte es algo tan tremendamente airado, que solo la desnudez, la elemental desnudez, puede escindirla del ridículo.
Camilo José Cela
En ocasiones pienso que el premio de quienes escribimos duerme, tímido y virginal, en el confuso corazón del lector más lejano.
Camilo José Cela
Algunas caras, desde las próximas mesas, lo miran casi con envidia. Son las caras de las gentes que sonreían en paz, con beatitud, en esos instantes en que casi sin darse cuenta, llegan a no pensar en nada. La gente es cobista por estupidez. Por coba se puede llegar hasta el asesinato; seguramente que ha habido más de un crimen que se haya hecho por quedar bien, por dar coba a alguien.
Camilo José Cela
Pido a nuestros gobiernos un poco de dinero para esta noble causa: la de la defensa de nuestra herramienta de comunicación. La lengua es la más eficaz de todas las armas, ya quedó dicho, y la más rentable de todas las inversiones: nunca es tarde para que empecemos a poner nuestros ahorros al servicio de los futuros beneficios que serán de todos y que servirán para todos.
Camilo José Cela
Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya
Camilo José Cela
La vida no es solo el corazón que late. Es también el pensamiento flotando sobre el corazón que ha dejado de latir.
Camilo José Cela
... el decir no es solo una de las cosas que hace el hombre sino, quizás, la única cosa que el hombre hace.
Camilo José Cela
La habilidad que tengo es la de absorción de litro y medio de agua de un solo golpe por vía anal, si quieren pídeme una palangana y lo demuestro esto lo hace muy poca gente.
Camilo José Cela
-¡Felíz tú! Yo creo que no hay tiempo para nada; yo creo que si el tiempo sobra es porque, como es tan poco, no sabemos que hacer con él. Nati frunció graciosamente la nariz. -¡Ay, Marco, hijo! ¡No empieces a colarme frases profundas! Martín se rió.
Camilo José Cela
Según Alfonso X el Sabio, el mucho hablar hace envilecer las palabras, para Cervantes, siempre Cervantes, no hay razonamiento que, aunque sea bueno, siendo largo lo parezca.
Camilo José Cela