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Frases de cabeza ( 2 )

Frases de cabeza. Encuentra docenas de frases de cabeza con fotos para copiar y compartir.


¿Está bien?
Asiente con la cabeza y miente.
?Sí.


Markus Zusak


... De a poco la gente ascendía, bajo el efecto del arte, subía[... ] Mientras la orquesta seguía tocando, toda la gente se iba estrellando casi a la vez la cabeza en el techo, quedaban todos los cráneos deshechos.


Leo Maslíah




Siempre me veo obligado [... ] a elaborar sobre el papel un plan [del asunto] y a rellenar sus distintas partes acudiendo a la memoria, ya por asociación de ideas, ya utilizando algún otro método. [... ] El resultado es una serie de encabezamientos principales y secundarios a partir de los cuales desarrollo el tema.


Michael Faraday


En mi cabeza yo soy el más fuerte de todos. Desde luego, no necesito el Balón de Oro para demostrar que soy el número uno.


Zlatan Ibrahimovic


Los argumentos se me ocurren en los momentos más insospechados, como cuando voy caminando por la calle o me estoy probando un sombrero en una tienda y, de repente, una idea espléndida me viene a la cabeza.


Agatha Christie


Medio penique por cabeza. Eso es. Los que no tengan cabeza entran gratis.


Patrick Rothfuss




¿Qué maestro? ?aulló Judas, amenazando con el puño?. ¿Este? Pero, ¿es que no tenéis ojos para verlo y sesos para juzgarlo? ¿Es éste un maestro? ¿Qué nos decía? ¿Qué nos prometía? ¿Dónde está el ejército de ángeles que debía descender del cielo para salvar a Israel? ¿Dónde está la cruz que debía ser nuestro trampolín para subir al cielo? Apenas este falso Mesías vio alzarse la cruz ante él, perdió la cabeza, se desvaneció y las mujercitas se adueñaron de él y lo emplearon para que les hiciera hijos. Se batió como los otros, al parecer, se batió valientemente y lo proclama desde los tejados. Pero sabes de sobra, desertor, que tu lugar estaba en la cruz. Que otros se ocupen de arar la tierra y las mujeres. ¡Tu deber era subir a la cruz! Te jactas de haber vencido a la muerte? ¡puf! ¿Así triunfas de la muerte? ¡Has engendrado hijos, y eso equivale a decir carne para la muerte! ¡Carne para la muerte! ¿Qué es un niño? ¡Carne para la muerte! Te has convertido en su carnicero y le llevas carne para que la devore. ¡Traidor, desertor, cobarde!


Nikos Kazantzakis


Primero se usa ésta -decía Pancho señalándose la cabeza- y luego éstos -tomándose los testículos


Pancho Villa


Pocos profesores comprenden que la finalidad del estudio de la Historia no debe consistir en aprender de memoria las fechas y los acontecimientos, o a obligar al alumno a saber cuándo ésta o aquella batalla se realizó, cuándo nació un general o un monarca (casi siempre sin importancia real), o cuándo un rey puso sobre su cabeza la corona de sus antecesores. No, esto no es lo que se debe tratar. Aprender Historia quiere decir buscar y encontrar las fuerzas que conducen a las causas de las acciones que escrutamos como acontecimientos históricos. El arte de la lectura, como el de la instrucción, consiste en esto: conservar lo esencial, olvidar lo accesorio.


Adolf Hitler




Los propietarios que dicen tenerlo todo «aquí en mi cabeza» rara vez tienen capacidad para edificar un negocio.


Steve Kaplan


se prohibe hablar se prohibe mirar para los lados se prohibe fumar se prohibe pensar sólo se permiten la soledad la tristeza y el vacío el buen trabajador mortal trabaja y muere no es otra su misión tampoco tiene más misión que apretar la tuerca que ve delante de sus ojos durante cinco segundos se prohíbe saber que hay árboles y pájaros la luna las nubes las olas una hoja de color dorado a la que lleva el viento una mujer a la que se le estremecen de amorosa forma casi imperceptible las aletas de la nariz el tiempo es oro y la sociedad precisa que no se dilapide el oro vete siempre mirando para el suelo llega a tu casa cansado y con el desierto habitándote la cabeza nadie te espera si no es para descargar sobre tus espaldas su malhumor debes acostumbrarte a sentirte orgulloso de que el hombre haya llegado a la luna y de que el dolor pueda transmitirse vía satélite nadie quiere decir que la rebelión de la máquina ha esclavizado al hombre


Camilo José Cela


Cabeza de melón

Había un niño taciturno,
de hombre y melón un injerto.
Tenía el ánimo nocturno
por desear tanto estar muerto.

Pero hay que tener cuidado
con lo que se desea.
Pues él acabó en jalea
tras un pisotón bien dado.


Tim Burton


Yo había crecido en el convencimiento de que aquella lenta procesión de la posguerra, un mundo de quietud, miseria y rencores velados, era tan natural como el agua del grifo, y que aquella tristeza muda que sangraba por las paredes de la ciudad herida era el verdadero rostro de su alma. Una de las trampas de la infancia es que no hace falta comprender algo para sentirlo. Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas. Aquella noche primeriza de verano, caminando por ese anochecer oscuro y traicionero de Barcelona, no conseguía borrar de mi pensamiento el relato de Clara en torno a la desaparición de su padre. En mimundo, la muerte era una mano anónima e incomprensible, un vendedor a domicilio que se llevaba madres, mendigos o vecinos nonagenarios como si se tratase de una lotería del infierno. La idea de que la muerte pudiera caminar a mi lado, con rostro humano y corazón envenenado de odio, luciendo uniforme o gabardina, que hiciese cola en el cine, riese en los bares o llevase a los niños de paseo al parque de la Ciudadela por la mañana y por la tarde hiciese desaparecer a alguien en las mazmorras del castillo de Montjuïc, o en una fosa común sin nombre ni ceremonial, no me cabía en la cabeza. Dándole vueltas, se me ocurrió que tal vez aquel universo de cartón piedra que yo daba porbueno no fuese más que un decorado. En aquellos años robados, el fin de la infancia, como la Renfe, llegaba cuando llegaba.


Carlos Ruiz Zafón




Rachel, tienes que dejar de comerte la cabeza o lo echarás todo a perder-dijo su voz de seda gris con la lluvia de fondo-. La cuestión no es si podemos hacerlo, sino si prodremos vivir con la idea de no haberlo intentado.


Kim Harrison


El abrazo continuó, se hizo pura energía, vasos comunicantes de sentimientos que iban y venían en un flujo armónico aunque intempestivo. Un millón de escenas, imágenes, palabras y momentos desfiló por sus cabezas, resumiendo una vida en común.


Jordi Sierra i Fabra


Venezuela, el bravo pueblo de Venezuela, tenemos 14 años de lucha heroica, hemos marchado, hemos protestado, hemos votado, hemos dejado de votar, hemos vuelta a las calles, y aquí estamos sin bajar la cabeza, demostrándole al mundo entero, pero sobretodo a cada uno de nosotros, lo que es capaz de hacer un hombre, una mujer venezolana, cuando le pretenden arrebatar su libertad y su dignidad, ¡GLORIA AL BRAVO PUEBLO DE VENEZUELA! ¡VIVA LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD!, ¡VIVA VENEZUELA!, ! DIOS LOS BENDIGA Y A LUCHAR!


María Corina Machado


Y aquel velo era el velo de los sueños, de los dulces sueños que hacen ver la vida de color de rosa. Y con él envolvió a los cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes. Los cuales cesaron de estar tristes, porque penetró en su pecho la esperanza, y en su cabeza el sol alegre, con el diablillo de la vanidad, que consuela en sus profundas decepciones a los pobres artistas.


Rubén Darío


A veces se necesita que te den un buen golpe en la cabeza para darte cuenta de que lo que siempre has deseado no era lo que más te convenía.


Kim Harrison


ABUELO.?Me decía Telva que te andaban rondando no sé qué ideas tristes por la cabeza.
ADELA.?Bah, tonterías. Pequeñas cosas, que una misma agranda porque a veces da gusto llorar sin saber por qué.


Alejandro Casona


cabeza era un jirón más. En el crepúsculo


Jorge Luis Borges


La idea de la muerte llega siempre con paso de lobo, con andares de
culebra, como todas las peores imaginaciones. Nunca de repente llegan
las ideas que nos trastornan; lo repentino ahoga unos momentos, pero
nos deja, al marchar, largos años de vida por delante. Los pensamientos
que nos enloquecen con la peor de las locuras, la de la tristeza, siempre
llegan poco a poco y como sin sentir, como sin sentir invade la niebla los
campos, o la tisis los pechos. Avanza, fatal, incansable, pero lenta,
despaciosa, regular como el pulso. Hoy no la notamos; a lo mejor
mañana tampoco, ni pasado mañana, ni en un mes entero. Pero pasa ese
mes y empezamos a sentir amarga la comida, como doloroso el
recordar, ya estamos picados. Al correr de los días y las noches nos
vamos volviendo huraños, solitarios; en nuestra cabeza se cuecen las
ideas, las ideas que han de ocasionar el que nos corten la cabeza donde
se cocieron, quién sabe si para que no siga trabajando tan atrozmente.
Pasamos a lo mejor hasta semanas enteras sin variar; los que nos
rodean se acostumbraron ya a nuestra adustez y ya ni extrañan siquiera
nuestro extraño ser. Pero un día el mal crece, como los árboles, y
engorda, y ya no saludamos a la gente; y vuelven a sentirnos como raros
y como enamorados. Vamos enflaqueciendo, enflaqueciendo, y nuestra
barba hirsuta es cada vez más lacia. Empezamos a sentir el odio que nos
mata; ya no aguantamos el mirar; nos duele la conciencia, pero ¡no
importa!, ¡más vale que duela! Nos escuecen los ojos, que se llenan de
agua venenosa cuando miramos fuerte. El enemigo nota nuestro anhelo,
pero está confiado; el instinto no miente. (...) Cuando huimos como las
corzas, cuando el oído sobresalta nuestros sueños, estamos ya minados
por el mal; ya no hay solución, ya no hay arreglo posible. Empezamos a
caer, vertiginosamente ya, para no volvernos a levantar de vida. Quizás
para levantarnos un poco a última hora, antes de caer de cabeza hasta
el infierno... Mala cosa.


Camilo José Cela


Una cabeza bien formada será siempre mejor y preferible a una cabeza muy llena.


Michel De Montaigne


Nunca, en ninguna época y en ninguna otra civilización, se ha pensado tanto y tan constantemente en la edad; la gente tiene en la cabeza una idea muy simple del futuro: llegará un momento en que la suma de los placeres físicos que uno puede esperar de la vida sea inferior a la suma de los dolores (uno siente, en el fondo de sí mismo, el giro del contador; y el contador siempre gira en el mismo sentido). Este examen racional de placeres y dolores, que cada cual se ve empujado a hacer tarde o temprano, conduce inexorablemente a partir de cierta edad al suicidio.


Michel Houellebecq


Si te viese aparecer entre las nubes, Eliacim, con unas alas bien cosidas a la espalda, como un ángel, e incluso con una varita de la virtud en la mano, como un hada, probablemente enloquecería de tristeza.
Las nubes, hijo mío, con sus blandas cárcavas y sus cimientos movibles, guardan indescifrables teoremas cuyo planteamiento no es sano para los hombres. ¿Te acuerdas de aquel escalatorres, Eliacim, que un día de niebla escaló, una por una, todas las nubes del cielo y desapareció para siempre? Según los pastores de las montañas, que lo vieron, tenía la cabeza hueca y en su calavera se empollaban los minúsculos huevecillos de las tormentas, los huevecillos que, al reventar, sobrecogen al mundo.
Las nubes, Eliacim, se forman con las almas de quienes mueren en la horca y con las almas, también, de los niños que pecan antes de tiempo. Por eso, en los países del sol, suceden, a veces, cosas inexplicables, misteriosas y agudísimas cosas inexplicables.
Si te viese aparecer entre las nubes, Eliacim, estoy segura que enloquecería de tristeza. No es como un ángel como yo te quiero, hijo mío. Tampoco como habitante de la nube blanca, de la nube gris, de la nube negra.
Es de una manera mucho más sencilla e imposible.


Camilo José Cela


Le dije que me gustaba la comida picante. No sé por qué tuve que afirmar semejante idiotez si es mentira. Voy poniendo cucharada tras cucharada de yogur en la comida. No hay nada que hacer. Cada vez me pasa igual: las papilas gustativas se me achicharran y se mueren; el rostro se me pone rojo como una remolacha; mi cabeza se me antoja una casa en llamas y el tracto digestivo empieza a retorcerse y quejarse de dolor como una boa constrictor que se acaba de tragar un cortacésped.


Yann Martel


Pero a mis torturadores no les interesaban los distintos grados de dolor. Únicamente les interesaba demostrarme lo que significaba vivir en un cuerpo, solo como un cuerpo, un cuerpo que puede abrigar ideas de justicia solo mientras esta ileso y en buen estado, y que las olvida tan pronto le sujetan la cabeza y le meten un tubo por la garganta y echan por él litros de agua salada hasta que tose y tiene arcadas y sufre convulsiones y se vacía... Vinieron a mi celda a enseñarme el significado de la palabra 'humanidad', y me enseñaron mucho en el espacio de una hora.


J. M. Coetzee




No es más adicto a la cabeza el corazón ni mas pronta la mano en servir a la boca, que lo es trono de Dinamarca para tu padre.


William Shakespeare


Comprendo que para una mujer joven puede ser un atractivo saber que uno es un tipo que vivió, que cambió hace mucho la inocencia por la experiencia, que piensa con la cabeza bien colocada sobre los hombros. Es posible que eso sea un atractivo, pero qué breve. Porque la experiencia es buena cuando viene de la mano del vigor; después, cuando el vigor se va, uno pasa a ser una decorosa pieza de museo, cuyo único valor es ser un recuerdo de lo que se fue.


Mario Benedetti


Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
Matilde supo que algo acababa de romperse en el interior de Eliah y sintió pánico.
-Estoy cansado de vivir de esta manera, lleno de angustia y de desesperación por el temor constante a perderte, por no se suficiente para ti, por anhelar que me ames más que a nadie, por considerarme menos, por no merecerte...
-Eliah, por favor...
-Déjame hablar. Le temo a tu juicio lo mismo que a mis errores, que son muchos, lo sé, pero están en el pasado y nada puedo hacer para cambiarlos. Le temo a tu condena. En verdad, tú estas muy por encima de mí...
-¡No! -clamó ella, e intentó acercarse, pero Al-Saud volvió a elevar los brazos y caminó hacia atrás.
-Te amo de un modo que no es bueno para mí, tampoco lo es para ti. A veces pienso que es una obsesión que terminará con los dos.


Florencia Bonelli


¡No quiero morir todavía! ¡Aún me duele la cabeza, estaré de mal humor y no lo disfrutaré!


Douglas Adams


Lo siento, señorita MacCorkle. ¿Y cuál es su problema?
-Los dolores de cabeza.
[... ]
-¿Por encima de su cabeza?
-Oh, sí. A unos buenos cinco centímetros.
[... ]
O´Reilly se inclinó por encima de Barry y cogió de la mesa un frasco de plástico con grageas de vitaminas.
-Éstas te servirán.
Luego el hombretón fue empujándola suavemente hacia la puerta.
-Éstas son especiales Maggie.
Ella asintió.
-Deberás tomarlas exactamente como te diga.
-Sí, doctor. ¿Y cómo será eso?
-Media hora.- Sus siguientes palabras fueron enunciadas con gran solemnidad-: Exactamente media hora antes de que el dolor comience.


Patrick Taylor


Un par de agentes de la paz arrastran al anciano que silbó hasta la parte superior de los escalones, lo obligan a ponerse de rodillas delante de la multitud y le meten un balazo en la cabeza.


Suzanne Collins


¿Casarse con la cabeza? ¿Casarse con el corazón? ¿Y por qué ese dilema? ¡Con la cabeza y con el corazón!


Sofía de Grecia


La lujuria está bien: el sexo es bueno, despeja la cabeza y alegra el corazón.


Fernando Vallejo


Tengo un problema con mi voz en los discos. Sin importar lo que cante, suena demasiado serio, muy diferente a lo que yo tengo en mi cabeza, eso me enloquece.


Thom Yorke


Creo que siempre he sido bisexual. Quiero decir, es algo en lo que siempre he estado interesado. Pienso que todo el mundo nace siendo bisexual, y es algo que nuestros padres y la sociedad nos meten en la cabeza que es malo. Dicen que es tabú. Yo creo que es algo muy bonito.


Billie Joe Armstrong


La vieja teoría de que los explotados no pueden arreglárselas sin los explotadores, al igual que la cabeza y las otras partes del cuerpo no pueden arreglárselas sin el estómago, no es patrimonio exclusivo de Menenio Agripa, el célebre senador romano de que nos habla la historia antigua. Esta teoría es hoy la piedra angular de la filosofía política de la socialdemocracia, en general, y de la política de coalición con la burguesía imperialista, en particular.


Iósif Stalin


El dolor que experimentamos cuando no nos sentimos amados es tan real, como el dolor corporal. Cuando las necesidades emocionales permanecen insatisfechas se convierten en sensaciones reales de un profundo malestar corporal, ansiedad, depresión, dolor de cabeza, de estómago, en fin, de un temor fuera de foco. La insatisfacción de las necesidades es una amenaza a la integridad del sistema; se transforma en dolor porque éste nos alerta de las amenazas que nos produce esa privación.


Arthur Janov


Señor Furia, susúrreme palabras de amor.
?Te amo, Rafaela. Te amo de esta manera inefable que es difícil de comprender.
Durante estos nueve años, jamás te olvidé. Estabas en mi cabeza en cada maldito minuto de cada maldito día. Tu recuerdo era una maldición. Te confieso que quería deshacerme de él porque estaba volviéndome loco. La noche en que Elisabetta y yo
nos comprometimos, tu rostro me perseguía como un fantasma y tu voz me repetía:
No me olvide, señor Furia. No me olvide, señor Furia. ¡Rafaela, nunca vuelvas a dejarme!
Ya no podría soportarlo.
?¡Nunca, amor mío! Prométeme que moriremos juntos.
?Lo prometo.


Florencia Bonelli


No nos metamos en la cabeza el 4-1 a Inglaterra. No nos comamos el chamuyo, la mentira de Alemania" Horas antes de perder 4 a 0 el seleccionado Argentino, dirigido por D. A. Maradona, ante Alemania.


Diego Maradona