Frases de san jeronimo ( 2 )
Frases de san jeronimo. Encuentra docenas de frases de san jeronimo con fotos para copiar y compartir.

Una verdad no puede estar en oposición de otra verdad de cualquier orden que ellas sean.

Vinisteis, pues, hermanas para hacer el bien al prójimo.

Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra.

La religión es una necesidad para el hombre: éste lleva a Dios en el fondo de su corazón.

Tengan muy presente las hermanas las terribles consecuencias que puede traer un cuento o lo que vulgarmente se llama chisme.

Pero sobre todo el cariño de las maestras empleado a su tiempo con sus niñas sacará un gran partido de éstas.

Procura ser tolerante y de carácter apacible con todo el mundo.

No pierdan de vista las profesoras que el principal libro debe ser la propia maestra.

El hombre lleva a Dios en el fondo de su corazón

Mi conducta no toca decirla a mi, bástame remitirme al testimonio de los que presenciaron mis actos.

En la corrección cuida mucho de no ruborizar ni humillar a tus alumnas.

El pensamiento de las misiones es el más grande que ha podido inspirar Dios a los hombres.

Hace tiempo que me he consagrado a defender los derechos de la raza negra, a la que amo en Jesucristo que es el mejor y más desinteresado amor.

Siento que Dios me llama a hacer el bien en la tierra.

El mejor servicio que pueden prestar al cielo y al bienestar y felicidad de los pueblos, es preocuparse día y noche en educar niños para Dios, para sus padres y para la sociedad...
Siendo Dios el móvil supremo de nuestras acciones, practicamos el bien sin coacción de ninguna especie. Lejos de eso, si mandamos, lo hacemos por amor a la justicia, y si nos toca obedecer, obedecem...

Inculca sentimientos de bondad. Transmite la verdad y haz el bien.

Y sabemos la gran diferencia que existe entre obrar exclusivamente por motivos de religión y de conciencia, a obrar exclusivamente por motivos de temor y de respetos humanos.

La verdad, como el sol, no es patrimonio exclusivo de nadie, sino que pertenece a todos y para todos produce luz y Vida.

Yo llevaba en el corazón el deseo de hacer el bien, y nada más.

Nada tengo, te entregué para siempre el derecho a disponer de mi propia voluntad.

El amor no se puede comprar, y el afecto no tiene precio.

...la buena semilla da, al debido tiempo, su fruto, con naturalidad y sin violencia.
La educación que se da en este Instituto es basada sobre el santo amor y temor de Dios. Con estos dos medios, las educandas no podrán menos de progresar según sus años, seguirán con gusto el curs...

Estudien el carácter y capacidad de cada niña y sean ingeniosas para hablarles a su corazón y su cabeza.

Asistan con gran puntualidad a la hora marcada a sus respectivas clases. Y en estas ármense de gran dulzura y paciencia.

Los pueblos serán felices y dichosos si la benevolencia y el verdadero afecto estrechan sus corazones.

Yo no soy sabio ni menos virtuoso, pero, gracias a Dios, tengo la docilidad de un buen hijo de la Iglesia, de cuya obediencia no permita el Señor me aparte jamás.

Hace tiempo que tengo ofrecido a Dios el sacrificio de mi reputación y hasta de mi vida.

El católico lleva consigo un germen de vida social y pacífica.

El amor de Dios reine en nuestros corazones.

Dios creó al hombre superior a todo por lo noble y elevado de su entendimiento y el libre uso de su libertad.

La verdad y la luz nunca están en oposición.

¡Cuánta necesidad y cuánta hambre hay de enseñanza! Sobre todo de enseñanza sólida y religiosa.

Jamás hablen con voz destemplada y menos con ira.

El evangelio simboliza la verdadera libertad de los pueblos, contiene en sí la paz del mundo, el esplendor de la ciencia y la gloria de la virtud.

La mujer es la base de la sociedad, porque tales cuales fueron los sentimientos de la madre, estos serán siempre los sentimientos de la família y por consiguiente los del pueblo.

El misionero es el enviado del Hijo de Dios, que predica la paz, que por doquiera difunde la caridad, y que ofrece felicidad a los que lo escuchan. Solo para sí guarda los padecimientos.

Idea en tu imaginación una madre llena de cariño para con sus hijos; pues así has de ser tú para con esas niñas.

Jamás resuene en nuestros oídos la terrible palabra enemistad.