Te acompaño en tu dolor.
Lo siento mucho...estás en mis oraciones.
Te enviamos un fuerte abrazo lleno de esperanza y fe. Te queremos mucho.
Ahora más que nunca debes cuidarte el corazón para que el dolor sane y aparezca de nuevo la luz de la esperanza. Lo siento mucho.
Rezaré por ti y por los tuyos para que Dios permita que tengan fortaleza y puedan sobrellevar la tristeza. Cuenta conmigo.