Mis miedos desaparecen cuando me abrazas y me susurras al oído qué amas.
No hay mejor poema que el que escribes con tus besos sobre mi piel.
Quédate en silencio. Quédate conmigo. Aunque te vayas...
Te quiero así, a silencios bajos y a latidos fuertes. No sé de cuántas maneras, pero de todas te quiero...
Con palabras puedes tener mi cuerpo vibrando entre tus manos, pero con hechos tendrás mi alma desnuda entre tus brazos.