No me desespero, pero no olvides que aquí te espero.
La sonrisa es mía, pero el motivo eres tú...
Tus besos son como pepitas de oro para mí, sin un gran valor, pero preciosas, porque me indican que hay una mina cerca.
De tanto que sueño contigo, no sé si te tengo en mi mente, en mi vida o en mi corazón...
Te iba a dar mi corazón, pero ya me lo robaste.