Sus caricias son sueños, entreabren la muerte, son lunas accesibles, son la vida más alta.
Jorge Guillén
Muchas cosas no nos atrevemos a emprenderlas, no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no nos atrevemos a emprenderlas.
El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.
Para templar el daño, consejo muda el prudente.
Dime cuánto traes y te diré cuánto vales.