El amor nunca se paga sino con puro amor.
Refrán
Dios mío, casi no he creído nunca en tí, pero siempre te he amado.
Lo más increible de los milagros es que ocurren.
Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños.
Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.