A ti las quejas de mi mal profundo, hermosa sin ventura, yo te envío: mis versos son tu corazón y el mío.
José De Espronceda
En política, un absurdo no siempre es un obstáculo.
El que sabe atar no usa cuerdas ni nudos, y, sin embargo, nadie puede desatar lo que él ha unido.
Tenemos que apreovechar cuando la suerte está de nuestro lado y hacer todo lo posible por ayudarla, de la misma manera que ella nos está ayudando.
Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuar...