Qué razón tenía Cupido al unir nuestros destinos, Te quiero!.
Nunca pude tomar muy en serio la idea de la religión.
Si un profesor, que desea ser escuchado, si un escritor, para ser leído. Él siempre espera para un público más allá de la sufrida esposa.
La belleza ha terminado por recurrir a la verborrea.
¿Por qué motivo estamos todos cargados con la obligación extraña de destruir todo, de cambiar todo, de confiar todo a las circunstancias?