Ludwig Wittgenstein: ¡no juegues con las profundid...

¡no juegues con las profundidades de otro!.
Ludwig Wittgenstein
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Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.

El bueno es el que guarda, cual venta del camino, para el sediento el agua, para el borracho el vino.

De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras.

Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.