No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos vacíos.
Napoleón Bonaparte
No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.
La imprudencia suele preceder a la calamidad.
Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales.
Triste como el destello de la luna, solo, como la luna solitaria, es el recuerdo de ese amor maldito, como mi alma.