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Facundo Cabral: Cuando un pueblo trabaja dios ...

Cuando un pueblo trabaja dios lo respeta. Pero cuando un pueblo canta, dios lo ama.

Facundo Cabral

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Para probar la existencia de dios, los seÃ±ores teÃ³logos se verÃ¡n obligados a concederme que el mundo creado por Ã©l era perfecto en su origen; pero entonces yo les harÃa unas pequeÃ±as preguntas: primero, si el mundo ha sido perfecto, Â¿cÃ³mo dos perfecciones podÃan existir separadas la una de la otra? la perfecciÃ³n no puede ser mÃ¡s que Ãºnica, no permite que sean dos, porque siendo dos, la una limita a la otra y la hace necesariamente imperfecta, de modo que, si el mundo ha sido perfecto, no ha habido dios dentro ni fuera de Ã©l, el mundo mismo era dios; otra pregunta: si el mundo ha sido perfecto, Â¿cÃ³mo ha hecho para decaer? Â¡linda perfecciÃ³n la que puede alterarse y perderse! Â¡y si se admite que la perfecciÃ³n puede decaer, dios puede decaer tambiÃ©n! lo que quiere decir que dios ha existido en la imaginaciÃ³n creyente de los hombres, pero la razÃ³n humana, que triunfa cada vez mÃ¡s en la historia, lo destruye.

Canto lejano de ruiseÃ±or. El dÃa de hoy tambiÃ©n llega a su ocaso.

MÃºsica de Saxo Para Dejar Entre Las Flores

DE BOWLING GREEN

Recuerdo a Miss Gilmore, preludio de la nieve,
Ã©bano solitario, violeta lastimada,
con un pÃ¡jaro loco bullendo entre las manos
y en las tersas caderas un surtidor de agua.

Recuerdo sus cabellos, sus ojos infinitos
con un rumor de lumbres y selvas africanas,
y una cinta de flores llenÃ¡ndole los labios
de una fiel primavera de besos y de magias.

Parece que estÃ¡ cerca, que estoy tocando el fuego,
su cintura pequeÃ±a envidia de las palmas,
o los negros alcores de su cuerpo perdido
lleno de luces tibias y luces de Manhattan.

Viajero de los mares, un jazz de golondrinas
me acercÃ³ el imposible perfil de las acacias.
Siento sus manos, oigo como una lluvia triste,
como un gorriÃ³n herido temblando en mis espaldas.

Fue una vez -Â¿hace siglos?-, cuando el aire venÃa
indagando el secreto del polen de las blancas.
Antes de ser recuerdo su boca de azabache,
sus labios combatidos, magnolia inexpungada.

Y hoy perdida en el Este, subiendo rascacielos,
llevando soles altos al nido de la escarcha,
Miss Gilmore imposible, postal de un sueÃ±o apenas.
Perdida de mi cielo, turista de galaxias.

No podemos tener una revoluciÃ³n que no involucre y libere a las mujeres.