Groucho Marx: Disculpen que no me levante...

Disculpen que no me levante
Groucho Marx
Más frases

Nuestros órganos son los ministros de nuestros placeres
Nuestra sensibilidad por la estatua mutilada, por el bronce de las excavaciones arqueológicas, es reveladora. No coleccionamos ni los bajorrelieves borrosos ni las oxidaciones; no es la presencia de ...

La castidad es la más innatural de las perversiones sexuales.

Sinceramente, creo que tenemos infinitos niveles de poder que ni siquiera sabemos que están a nuestra disposición.