Todos llevamos nuestra posible perdición pegada a los talones.
Rosa Montero
El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
No hay soledad más alta, más cruel y más cercana que la de dos cuerpos que se aman, sus hiedras confundiendo, su saliva y sus sueños, su aliento anonadado, sus huesos y su muerte.
Una y otra vez yo pregunto cómo de alta la nieve es.
El ajedrez demanda concentración total y amor por el juego.