Digo cualquier cosa, y después olvido. Tú lo sabes —sonríes—, pero yo sigo a tu lado en la desesperación que te procuro
Marguerite Duras
Todos los artistas tienen egos grandes
Santificar el cuerpo como un templo para hermosura y santificar el corazón como un sacrificio a amar, el amor recompensa a los adoradores.
El hombre, cuando es animal, es peor que el animal
Al final la mierda huele igual sea de príncipe o sirvienta