Peter Abelard: ¿No estás emocionado hasta l...


¿No estás emocionado hasta las lágrimas y amarga compasión, cuando contemplas el único Hijo de Dios, tomado por la más impía, arrastrado, escarnecido, azotado, golpeado, escupido, coronado de espinas, colgado en la cruz infame entre dos ladrones, finalmente, una muerte que sufren de manera tan horrible y execrable, para su salvación y la del mundo?

Peter Abelard