Dos velas tengo encendidas en el altar de mi alma, y en él adoro a una virgen que tiene tu misma cara.
Salvador Rueda
La tempestad sopla el rostro de alguien empapado.
En la montaña el camino más corto es de cima en cima; pero para eso hay que tener las piernas largas.
Crear es tan difícil como ser libre.
Toda palabra dicha despierta una idea contraria.