Mi hijo, que tiene cinco años, fue adoptada en Etiopía. Mi hija fue adoptado de Guatemala. Sus padres murieron de fiebre tifoidea y la malaria. La tenemos en un orfanato. Son las luces de mi vida.
Lisa Kristine
Y no defendemos ninguna adicción, pero la vía represiva viene fracasando, ya llevamos muchas décadas y viene fracasando, entonces nosotros decimos hay que tratar de arrebatarle el mercado, sacarle ...
Lámparas que se apagan, esperanzas que se encienden: la aurora
Una verdad no puede estar en oposición de otra verdad de cualquier orden que ellas sean.
La verdadera fuerza de un príncipe no consiste tanto en su capacidad para vencer a sus vecinos como en lo difícil que pueda ser para éstos atacarlo.