Benito Pérez Galdós: ¡Ay, Dios mío! El último de...
¡Ay, Dios mío! El último de los artesanos, el triste mendigo de las calles me han causado envidia en esta temporada; así como ahora, desahogado y libre, no me cambio por el Rey, no, no me cambio; lo digo con toda el alma.
Benito Pérez Galdós