La insignificancia es siempre una garantía de seguridad.
Esopo
Todas las épocas decadentes son subjetivas y por contra todas las épocas de progreso son objetivas.
El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.
Es mejor ser odiado por lo que eres, que ser amado por lo que no eres.
Habla poquísimo de tí, poco de los otros, mucho de las cosas.